Eta. Sólo un 0,5% de los etarras ha culminado su reinserción


Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid concluye que la “vía Nanclares” de reinserción de presos de ETA es un fracaso, por lo que se proponen nuevas “reglas” para este proceso, como una “ley de desvinculación” de la banda criminal con una fecha tope. Según esta investigación, sólo un 0,5% de los reclusos de la banda etarra ha culminado el proceso de desvinculación del entramado terrorista.
La investigación ha sido realizada por la Cátedra de Economía del Terrorismo, al frente de la cual se encuentra Mikel Buesa , que es hermano de Fernando Buesa , dirigente del PSE asesinado por la banda etarra en 2000. El informe lleva por título “Los presos de ETA y el juego de la gallina”.
Buesa sostiene en este trabajo, recogido por Servimedia, que la política de reinserción de etarras ha demostrado su fracaso, ya que “no ha servido para quebrar la fortaleza” de la banda criminal. Este economista ha analizado el caso de la reinserción de etarras a través del “juego de la gallina”.
Este juego tiene que ver con “un artificio lógico formulado por Bertrand Russell en 1959 para idear una metáfora del atolladero al que conducía el empate nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética, una vez desencadenada la carrera por acumular bombas atómicas”.
“DILEMA”
En el caso de los presos etarras, Buesa asegura que el “dilema” al que se enfrentan estos reclusos es aceptar los beneficios penitenciarios y enfrentarse a la banda o que la organización terrorista consiga una solución conjunta para todos los encarcelados. Según el autor del estudio, los presos etarras acaban no aceptando la reinserción porque hacerlo convertiría a cada uno de ellos en un “gallina” y un “cobarde”.
En este sentido, Buesa , de acuerdo con los datos recogidos, concluye que fracasó la amnistía de presos etarras de 1977; también el proceso llevado a cabo entre 1989 y 1996; y tampoco ha dado resultado la denominada “vía Nanclares”, consistente en trasladar cerca del País Vasco a los etarras que se declaran arrepentidos.
A este respecto, el autor del informe ha hecho recopilación de los datos publicados en prensa sobre la “vía Nanclares” y señala que sólo 3 de los 68 reclusos etarras acogidos a este programa ha culminado con éxito el proceso. Esto es así porque de 68 presos sólo 30 fueron trasladados a la prisión de Nanclares; sólo 13 lograron un régimen de prisión atenuada; sólo 7 accedieron al tercer grado; y sólo 3 lograron la libertad condicional.
Respecto a un total de 608 reclusos de la banda etarra, puede decirse que la “vía Nanclares” sólo ha llevado a la libertad condicional a un 0,5 por ciento de los reclusos de la banda terrorista.
LIMITACIÓN TEMPORAL
Frente a estos resultados, Buesa propone “modificar las reglas de este juego”, de manera que la reinserción sea capaz de producir una “brecha efectiva” en ETA y que lleve a su “derrota”. Este economista plantea que el nuevo modelo de reinserción esté destinado no a la “rápida excarcelación” de los presos etarras, sino a una “reducción de penas”, condicionada por “la observación de determinados comportamientos incompatibles con la actividad terrorista”. Esta situación podría ser “reversible” si estos reclusos “reinciden en cualquier tipo de delitos de terrorismo, incluyendo los de enaltecimiento o los de menosprecio hacia las víctimas”.
Otros aspectos que plantea Buesa para el nuevo modelo de reinserción es que se establezcan “con claridad los beneficios penitenciarios”, algo que podría estar recogido en una “ley sobre la disociación o desvinculación” de ETA. Esta norma tendría una “limitación temporal” para acogerse a ella. El autor del informe plantea que podrían darse tres meses a los presos etarras para acogerse acogerse a este mecanismo legal.
Por último, el responsable de esta investigación plantea que las víctimas sean “parte interesada” en los procesos de reinserción, de modo que sus posicionamientos sean “tomados en consideración” por los que decidan sobre la situación de los reclusos etarras.

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