San Fernando de Henares (Madrid), 9 ene.- Iratxe Yañez Ortiz y Garikoitz García Arrieta, que han sido juzgados hoy en la Audiencia Nacional por intentar establecer en Portugal una base etarra en 2010, se han negado hoy a declarar, aunque la primera ha admitido que es "militante de ETA desde hace más de diez años".
El juicio contra los dos presuntos etarras y un tercer supuesto colaborador de la banda ha quedado hoy visto para sentencia por la sección primera de la Audiencia y el fiscal ha mantenido las penas pedidas para ellos, que oscilan entre los cinco y los 49 años.
Yañez se enfrenta a una petición de 23 años, para García el representante del ministerio público pide 49 años de prisión, mientras que para el tercer encausado, Luis María Cengotitabengoa Fernández, reclama cinco años.
Los dos primeros están acusados de integrar la banda terrorista e intentar introducir en Portugal en enero de 2010 armas y explosivos, para lo que usaron una furgoneta y un coche que condujeron desde Francia. Al tercero, que ha negado en su turno de última palabra ser miembro de ETA, se le acusa de colaborar con la organización tras encontrarse su pasaporte en uno de los vehículos.
Tanto Yañez como García se han negado a responder a las preguntas del fiscal y la defensa, cosa que sí ha hecho Cengotitabengoa, y la primera ha afirmado ante la sala: "Lo único que tengo que decir es que soy una militante de ETA desde hace más de diez años y no voy a participar en este juicio".
García, que se enfrenta a una pena mayor porque agredió a un guardia civil que le dio el alto en Zamora y se fugó luego hasta Portugal en el vehículo del instituto armado, ha indicado por su parte: "Lo único que tengo que decir es que no tengo nada que decir, que no voy a contestar a las preguntas".
Los hechos juzgados ocurrieron el 9 de enero de 2010, cuando dos guardias civiles vieron una furgoneta sospechosa con matrícula francesa estacionada en una carretera de la localidad zamorana de Bermillo de Sayago y se aproximaron al vehículo.
La furgoneta, alquilada en Francia por el entonces jefe del aparato militar de ETA, se puso en marcha y volvió a parar unos metros más lejos, ante lo que los agentes se dispusieron a identificar al conductor y a inspeccionar la carga, momento en el que García les empujó dentro del vehículo y cogió el coche policial, que tenía las llaves puestas.
El presunto etarra intentó más tarde robar otro vehículo al que dio el alto valiéndose del coche oficial y agredió para ello a su ocupante, que consiguió zafarse y huir.
Continuó entonces al volante del coche de la Guardia Civil su camino hacia Portugal, donde supuestamente iba a encontrarse con miembros de la banda, pero, tras una persecución, fue detenido por la guardia portuguesa esa misma noche al poco de cruzar la frontera.
En cuanto a Yañez, fue la persona que condujo un segundo coche alquilado en Francia que debía servir de lanzadera a la furgoneta y que levantó las sospechas de los agentes porque pasó hasta tres veces por delante de la furgoneta cuando le dieron el alto en Zamora.
La mujer fue detenida también esa noche en Portugal y tenía en el coche varios documentos de identidad falsos, una hoja con el membrete de ETA detallando esos documentos y el pasaporte del tercer acusado, Cengotitabengoa, hermano de un etarra en prisión detenido en marzo de 2010 en Lisboa cuando pretendía salir del país rumbo Venezuela.
En la furgoneta se encontraron varias sustancias y objetos utilizados para fabricar bombas, así como tres armas y munición.
Cengotitabengoa ha negado hoy durante el juicio haber facilitado su pasaporte a nadie y ha sostenido que no sabe cómo llegó hasta el coche de la acusada.
El fiscal ha mantenido la pena pedida para los tres acusados al entender que ha quedado probada tanto que García como Yañez son miembros de ETA y pretendían transportar munición a una casa que la banda tenía la localidad portuguesa de Obidos, como que el tercer acusado colaboró con la banda facilitando su pasaporte.
La abogada de García y Yañez ha sostenido que no han quedado acreditadas las lesiones causadas al guardias civil que el acusado empujó dentro de la furgoneta, y ha aducido dilaciones indebidas en la celebración del juicio.
En cuanto al letrado de Cengotitabengoa, ha pedido la absolución de su defendido, que huyó a Francia el 11 de enero de 2010 cuando descubrió que se le buscaba y se entregó unos meses después, porque no se ha probado que facilitara su documento a la organización terrorista. EFE
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