Ex preso de Guantánamo acusado de violencia conyugal en Uruguay

  • Un ex preso sirio de Guatánamo, refugiado en Uruguay desde finales de 2014, fue acusado ante la justicia por supuestas agresiones contra su esposa, informó este domingo la prensa citando a una fuente ligada al caso.

Abd al-Hadi Faraj, de 39 años, fue acusado por cometer agresiones contra Fátima Posadas, una uruguaya que adoptó las costumbres musulmanas para casarse con él en junio pasado.

El sábado, la justicia ordenó al refugiado mantenerse lejos de la mujer durante cuatro meses, según publicó el diario La República.

"Hay que esperar el final del proceso, si fuera procesado, si hay condena, habría que analizar si mantiene su calidad de refugiado, en este momento no la pierde", dijo a La República Christian Mirza, un delegado del gobierno para tratar con los seis expresos recibidos en Uruguay en diciembre de 2014.

Este domingo, la pareja testificó ante un juzgado especializado en violencia doméstica y el juez Roberto Timbal, no encontró pruebas para detener a Faraj, señalaron medios locales.

Sin embargo, el juez inició "una instrucción para determinar los alcances de la denuncia presentada por la esposa del refugiado", indicó el diario El País citando una fuente cercana al caso.

"Viví la peor pesadilla, fueron las mil y una noche con esta persona. Cosas feas. Yo era la de Guantánamo y él era el libre", dijo Fátima al asegurar que su esposo la mantenía "encerrada", según una entrevista citada por La República.

Faraj, otros tres sirios, un tunecino y un palestino fueron recibidos en Uruguay como refugiados tras pasar 13 años encerrados en el centro de detención estadounidense de Guantánamo.

En mayo pasado y durante el proceso de adaptación al país, al menos cuatro de los seis exprisiones protestaron durante tres semanas ante la embajada de Estados Unidos en Montevideo para reclamar mejoras en las condiciones de permanencia en el país.

Tras un diálogo entre el gobierno y los presos con mediación de Mirza y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se llegó a un acuerdo económico.

val/gm

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