Fiscal de Paraguay alerta sobre impacto de producción de éxtasis en el país

  • El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, alertó hoy sobre el impacto de la producción de éxtasis en Paraguay, tras desarticular una banda que fabricaba la droga en el país y que tenía como destino el mercado interno y el brasileño.

Asunción, 25 abr.- El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, alertó hoy sobre el impacto de la producción de éxtasis en Paraguay, tras desarticular una banda que fabricaba la droga en el país y que tenía como destino el mercado interno y el brasileño.

"El dato más importante que nos llama la atención es que se estaría abriendo una nueva forma de producir droga que no existía en nuestro país, y esa situación es preocupante", declaró el fiscal, según un comunicado del Ministerio Público.

Según Verón, el éxtasis es "una droga letal que afecta muchísimo al ser humano cuando lo consume y más cuando lo mezcla con alcohol".

El funcionario aseguró que es la primera vez que hallan un laboratorio que produce drogas sintéticas en el país.

Agentes antinarcóticos de Paraguay detuvieron ayer a cuatro personas en el local, ubicado en Ciudad del Este, fronteriza con Brasil, que utilizaba como fachada la producción de colchones y somieres.

Las autoridades descubrieron en el laboratorio 37 kilogramos de clorhidrato de cocaína de alta pureza y 3.287 pastillas de éxtasis, así como equipos como mezcladoras, balanzas de precisión, centrifugadoras, recipientes para mezclas y otros instrumentos para producir narcóticos.

"Creemos que el mercado apuntaba a Brasil, y en nuestro país iba a ser comercializado en las discotecas y otros lugares donde frecuentan los jóvenes", añadió el fiscal.

La fábrica tenía capacidad para producir hasta 2.000 pastillas por día, que se venden en el mercado negro a entre 30 y 50 dólares cada una, según el Ministerio Público.

"Con una sola fábrica podía invadir al mercado paraguayo y brasileño", manifestó la fiscalía.

Los detenidos son los paraguayos Bruno Franco Moreno, de 37 años, y Nicolás Asunción Ramírez, de 48 años, y los brasileños Daniel Demetrius Gibson, de 42, y Caio Márcio Maffato, de 51 años.

El pasado 10 de abril, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) alertó de que la zona conocida como la triple frontera de Paraguay, compartida con Argentina y Brasil, se ha convertido en un centro de distribución de drogas sintéticas procedentes de Europa hacia esos dos países.

Esas drogas llegan a Paraguay a través de correos aéreos, pero el descubrimiento del laboratorio, el más complejo encontrado hasta ahora en el país y uno de los primeros de la región, añade un factor nuevo a ese tráfico.

Según la Senad, los mayores productores de esa droga sintética, que causa euforia, son Holanda, Bélgica y México, y los principales consumidores son Estados Unidos, Europa y, en América Latina, Brasil.

Además de su papel en el comercio de drogas sintéticas, Paraguay se ha convertido en una ruta de transformación en cocaína de la coca boliviana para su venta en Brasil y otros países con la implantación de laboratorios clandestinos en su territorio.

Paraguay es también el mayor productor de marihuana de Suramérica.

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