Ni sexual ni laboral

Fiscalía zanja la guerra en Podemos: no hubo acoso a la exabogada de Iglesias

El Ministerio Fiscal pide al juzgado que archive la causa abierta contra José Manuel Calvente, despedido de la formación morada por las acusaciones de Marta Flor. 

dina bousselham
Dina Bousselham acompañada de su abogada Marta Flor.
EFE

La Fiscalía de Madrid descarta que Marta Flor, exabogada de Pablo Iglesias, sufriera acoso laboral o sexual por parte de su antiguo compañero de filas, José Manuel Calvente. Por ese motivo pide el archivo de la investigación abierta a su excompañero por delitos de acoso sexual y laboral, hostigamiento o lesiones, dando de este modo el primer paso para zanjar en la vía jurídica la guerra interna que vive Podemos. Se trata de una decisión que se conoce en plena investigación penal del robo de la tarjeta telefónica de Dina Bousselham y cuya defensa sigue ejerciendo la letrada Marta Flor. 

El Ministerio Fiscal recoge en su escrito los hechos que Flor plasmó en su querella y que provocaron el despido fulminante de Calvente del partido político. Según explica, todos los motivos que alega la abogada en su querella no pueden prosperar porque no ha quedado probado con las pruebas aportadas que el abogado le pidiera "favores de naturaleza sexual" o que las bajas médicas que la letrada solicitó y que achacó a su mala relación con Calvente, se puedan considerar resultado de un hostigamiento del letrado. El único acto, dice el fiscal, del que se podría intuir "un propósito de acercamiento con proposición sexual" podría ser el mensaje de Calvente en el que le propuso pasar juntos un fin de semana. "Pero en modo alguno puede estimarse suficiente como para configurar esa situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil y humillante", reza el escrito. 

El Ministerio Público basa su escrito no solo en la querella presentada por Flor sino también en todos los mensajes aportados por Calvente. Los hechos se remontan a comienzos de 2017 cuando la todavía letrada de Dina Bousselham asumió la dirección jurídica de todos los asuntos de corrupción del partido. Entonces asegura que mantenía buena relación personal con el letrado despedido si bien, y siempre según su relato, éste comenzó a alabar su belleza y a dedicarle piropos que la Fiscalía no ve fuera de tono. "Todo ello consentido, sin que ninguno de los mensajes contengan alusiones sexuales, malos tonos, expresiones vejatorias ni injuriosas y en los que la querellante en ningún momento le comunica sentirse molesta por ellos", explica en su escrito adelantado por El Mundo y al que ha tenido acceso La Información. 

La mediación de Gloria Elizo

La buena sintonía entre ambos se rompe entre finales de 2018 y principios de 2019 cuando Flor pone distancia y decide no contestar a los mensajes de su compañero del partido. La guerra interna terminó con la intermediación de Gloria Elizo, responsable del equipo jurídico de la formación morada, la cual decidió apartar a Flor de algunas causas de corrupción en las que Podemos figuraba como acusación popular, como es el caso Villarejo. No obstante, siguió trabajando para el equipo pero por cuenta ajena hasta que se produce el despido de Calvente tras denunciar éste sobresueldos en negro dentro del partido. La guerra interna llegó a los tribunales cuando Calvente aseguró a los medios que, en realidad, su purga estaba ligada a la denuncia de Marta Flor, la cual en aquel momento fue defendida por Pablo Iglesias. 

En su declaración en sede judicial, Calvente sacó a relucir la polémica abierta en el caso Villarejo por los presuntos vínculos del partido con los fiscales Anticorrupción al frente del caso Villarejo. De este modo, dijo que las "desavenencias" se produjeron en febrero de 2019 (un mes antes de la apertura de la pieza por el robo del teléfono de la asesora de Iglesias) puesto que Flor se posicionó en una corriente contraria a la suya. El 8 de febrero propuso "pasar a un fiscal" un informe de la investigación a lo que él se negó porque era "confidencial". Ella, por su parte, ratificó en sede judicial los hechos recogidos en la querella y dijo que cenó con él a solas porque había una compañera que iba a acudir pero al final no pudo porque se encontraba enferma. 

Con todos estos datos sobre la mesa la Fiscalía no ve motivos para seguir adelante con el procedimiento abierto en el juzgado de instrucción número 32 de Madrid y pide a su titular, Rosa María Freire, que lo sobresea. Además de no contemplar delito de acoso sexual, tampoco considera que el querellado cometiera hostigamiento porque los mensajes que le envió "en modo alguno se orientaban a imponer a la denunciante una conducta que ella no quería realizar". Más bien, cuando la relación entre ambos se rompió, "él mismo dejó de mantener ninguna comunicación". Respecto al delito de coacciones la Fiscalía no ve que los mensajes y correos enviados evidencien que el objetivo era forzarla a hacer algo que no quería y en lo relativo al acoso laboral recuerdan que es Elizo la que goza de superioridad dentro del equipo.

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