García-Margallo: UE seguirá su "posición común" hasta Cuba respete D.Humanos

  • El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dejó claro hoy que la posición común de la Unión Europea (UE) hacia Cuba, rechazada de pleno por La Habana, sólo será reemplazada por un acuerdo bilateral "si se garantiza el respeto a los derechos humanos".

Bruselas, 20 ene.- El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dejó claro hoy que la posición común de la Unión Europea (UE) hacia Cuba, rechazada de pleno por La Habana, sólo será reemplazada por un acuerdo bilateral "si se garantiza el respeto a los derechos humanos".

"Solamente si ese acuerdo de asociación llega a buen puerto, es decir, si se garantiza el respeto a los derechos humanos entre otros temas, el acuerdo de asociación sustituiría a la posición común", declaró el ministro español a su llegada a un Consejo de Exteriores de la UE en Bruselas.

García-Margallo indicó que los ministros han decidido aplazar una decisión sobre Cuba "al siguiente consejo, que tendrá lugar en febrero".

Dejó claro que "en ningún caso se ha hablado de derogar la posición común", sino de "dar un mandato a la Comisión para que explore la posibilidad de llegar a un acuerdo de asociación con Cuba, acuerdo de asociación que tiene como elemento capital el respeto a los derechos humanos".

"Mientras tanto, la posición común sigue teniendo los mismos efectos que ha tenido siempre", insistió.

A finales de 2012 los responsables de Exteriores de la UE encargaron a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, explorar las posibilidades para negociar eventualmente un acuerdo bilateral con Cuba, recordó entonces la portavoz, quien manifestó su confianza en que el asunto sea abordado de nuevo en un "futuro cercano" a nivel ministerial.

Actualmente la política de la UE hacia Cuba sigue basada en la "posición común" de 1996, impulsada por el Gobierno español encabezado entonces por José María Aznar, que condiciona todo progreso en las relaciones a avances en la democratización y los derechos humanos en la isla, defendiendo el contacto directo con los disidentes.

Está en manos de los Veintiocho la posibilidad de cambiar esa posición común, que La Habana rechaza y considera un escollo para sus relaciones con el bloque europeo.

Según fuentes diplomáticas, el Gobierno cubano habría aceptado su continuidad mientras se trabaja en un nuevo tipo de relación.

Por el momento, continúan las discusiones "técnicas" en el seno del Consejo sobre un posible mandato de negociación con la isla.

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