Gobierno dice llegarán a "clarificación total" del caso de abusos en Granada

Granada, 20 nov.- El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha considerado hoy "muy grave" el caso de abusos sexuales supuestamente cometidos por varios curas contra un joven, entonces menor, y ha asegurado que llegarán a la "clarificación total" de este asunto, en el que podría haber más víctimas.

El subdelegado, que ha dicho a los periodistas que si se determinan responsabilidades y hay indicios de delitos se actuará en consecuencia, ha indicado que ya se ha tomado declaración a personas del entorno de los presuntos responsables.

"Más que denunciados, que no son tantos, se ha tomado declaración a personas que se cree que pueden aportar algo a las diligencias que se han abierto", ha explicado.

El subdelegado ha dicho que puede haber más víctimas, extremo que se determinará a medida que avance la investigación, que podría incrementarse el número de responsables cuando el trabajo policial avance y que posiblemente habrá detenciones aunque sin precisar cuándo o cuántas.

En la denuncia que dirigió inicialmente a la Fiscalía Superior de Andalucía, el joven, que tiene en la actualidad 24 años, manifestaba que lo que le ocurrió a él durante años podría haberle pasado también a otras personas, y citaba en concreto a cuatro, aunque desconocía si estas supuestas víctimas seguían aún bajo la influencia del grupo de sacerdotes a los que acusa como presuntos autores de los abusos, han informado a Efe fuentes del caso.

La investigación abierta por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, según informó en su día el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se cierne sobre 12 personas, de las que diez serían sacerdotes y dos seglares.

De los sacerdotes, tres son los directamente acusados por el joven de los supuestos abusos sexuales, aunque de algunas de sus declaraciones posteriores podría derivarse que son cuatro los presuntos autores (el resto serían encubridores), según las fuentes.

Los sacerdotes supuestamente implicados, tres de los cuales han sido apartados del ejercicio por el Arzobispado de Granada, formaban parte de un grupo que tenía varias casas repartidas por la provincia -en Granada capital y Salobreña, entre otros puntos-, donde supuestamente se habrían cometido los abusos, según las fuentes.