La envidia, el motivo por el que no podemos dejar pasar la lotería en Navidad

  • Las decisiones de compra las tomamos desde el hemisferio emocional del cerebro. Realmente no importa si el día 22 se resulta ganador o no.
Doña Manolita celebra sus cinco premios y anima a seguir comprando para el sorteo del Niño
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La Navidad es época de gastar, se gasta en comidas con amigos y familiares, en regalos para amigos invisibles, ropa para estar elegantes en las fiestas pero, las compras de Navidad por excelencia, en la que los españoles invierten gran parte de su presupuesto, son las de décimos de lotería de Navidad.

La ilusión por ganar el Gordo de la Navidad nos hace sentir bien y nos envuelve en ilusión, esperanza y alegría colectiva. Más que conocidas son las interminables filas a las puertas de las administraciones más populares como Doña Manolita en Madrid o la catalana La Bruixa d'Or, semanas antes de la fecha del sorteo. O la tradición de comprar Lotería en las ciudades que se visitan, incluso desde el verano.

Pero no solo de ilusión vive el hombre y hay otro factor importante que puede hacer que la compra de décimos no acabe nunca: la envidia preventiva y la demostración de superioridad.

Desde Top Doctors, explican que “las decisiones de compra las tomamos desde el hemisferio emocional del cerebro. Realmente no importa si el día 22 se resulta ganador o no, los sueños y deseos que se generan hasta ese día fomentan nuestra compra compulsiva” explica María Elvira Vague Cardona, psicóloga sanitaria de Top Doctors.

El ser humano juega a la lotería básicamente por dos motivos: por diversión y para demostrar su superioridad. Es en este punto en el que aparece la superstición como forma de intentar controlar e influir en el devenir de los acontecimientos. Como voy a comprar solo un décimo… y si toca la lotería en el bar donde desayuno todos los días… y si sale el número que jugué el año pasado… Son algunos de los pensamientos que prácticamente todo el mundo se ha planteado alguna vez a la hora de comprar lotería de navidad.

Sin embargo, las personas más vulnerables, como podría ser el caso de los enfermos de TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), son más susceptibles de sufrir crisis según se acerca el día, ya que esos pensamientos supersticiosos se agudizan. “Tienen muy presente el denominado ‘pensamiento mágico’, es decir, la idea reiterada de convertir lo posible en lo probable”, afirma Silvia García Graullera, la psicóloga clínica de Top Doctors.

También las personas que sufren Trastorno Bipolar deben tener especial cuidado durante las fases de euforia y exaltación. “Si el periodo navideño coincide con momentos de positivismo pueden llevar a cabo un gasto descontrolado en lotería, ya que pueden llegar a estar convencidos de que conocen el método infalible para que les toque la lotería” afirma la doctora García. Asimismo, supone un periodo en el que se produce un porcentaje elevado de recaídas de pacientes con adicción al juego.

¿Qué pasa después del 22 de diciembre?

Llega el 22 de diciembre y conocemos si hemos sido vencedores o vencidos. “Los ganadores se ven envueltos por una sensación de satisfacción, euforia y alegría, las cuales se van haciendo más profundas a los 3 días del sorteo, cuando comienza a salir de un estado de desrealización. Es recomendable que no difundan el resultado, y sigan durante un tiempo su vida personal y profesional tal y como era hasta el momento”, explica el psicólogo Héctor Galván, miembro de Top Doctors.

“Asimismo, es importante no confundir la ilusión con intuición o premonición, ni depositar en la posibilidad de que nos toque la lotería la solución a todos nuestros problemas y la motivación de nuestra vida, porque si no aparecerán sentimientos de frustración, arrepentimiento e incluso ansiedad por no haber resultado premiados”. 

Y, si te toca, ¿sabes en qué invertir el premio de la lotería?

¿Qué hacer con el premio de la lotería?:


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