HRW denuncia el tráfico humano de eritreos en Sudán y Egipto

  • La ONG Human Right Watch (HRW) denunció hoy el intenso y cruel tráfico humano de nacionales de Eritrea a través de sus vecinos Sudán y Egipto por parte de mafias, ante la indiferencia de las autoridades de estos últimos países.

Berlín, 11 feb.- La ONG Human Right Watch (HRW) denunció hoy el intenso y cruel tráfico humano de nacionales de Eritrea a través de sus vecinos Sudán y Egipto por parte de mafias, ante la indiferencia de las autoridades de estos últimos países.

En un informe de 79 páginas difundido hoy en Berlín, esta ONG dedicada a la promoción de los derechos humanos expone que los traficantes, egipcios y sudaneses, han "secuestrado, torturado y asesinado refugiados, en su mayoría de Eritrea, en el este de Sudán y la egipcia península del Sinaí" con la connivencia policial.

El documento recoge estremecedores testimonios directos de "violaciones a hombres y mujeres", "descargas eléctricas", "quemaduras de órganos genitales" con hierros, agua hirviendo y cigarros: casi la mitad de las víctimas entrevistadas aseguran haber visto morir a otros secuestrados.

HRW apunta en el texto, titulado "Quería tumbarme y morir: tráfico y tortura de eritreos en Sudán y Egipto", que los traficantes exigían por teléfono a los familiares de los secuestrados hasta 40.000 dólares (casi 30.000 euros).

"Los familiares que oyeron a las víctimas chillar a través de sus teléfonos móviles dijeron que reunieron el grandes sumas de dinero que les exigían los traficantes y se las enviaron", recoge HRW en su comunicado.

La ONG ha confeccionado este informe principalmente a través de 37 entrevistas con víctimas que fueron torturados "durante semanas", 20 encuentros con organizaciones no gubernamentales locales e incluso dos conversaciones con traficantes, que llegan a reconocer "decenas" de secuestros.

A juicio de HRW, tanto Sudán como Egipto, los dos países donde se cometen estos abusos "no han podido identificar adecuadamente y perseguir a los traficantes y a los miembros de las fuerzas de seguridad que hayan podido confabularse con ellos".

"Egipto y Sudán deben poner fin a la tortura y extorsión de eritreos en sus territorios y perseguir a los traficantes", afirmó Gerry Simpson, autor del informe.

Para Simpson, la "comunidad internacional puede intentar prevenir que cientos de eritreos caigan en las manos de traficantes" presionando a Egipto y Sudán.

Desde 2004 más de 200.000 eritreos han abandonado su país -con una población total de poco más de seis millones- huyendo de la represión y muchos han acabado en campos de refugiados en el este de Sudán y Etiopía, sin perspectivas de poder encontrar un empleo o salir de esa situación.

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