Hun Sen, tres décadas al mando de Camboya

  • El primer ministro de Camboya, Hun Sen, parte como máximo favorito para ganar las próximas elecciones generales del país en las que aspira a alargar cinco años más un cargo que ostenta desde hace casi tres décadas.

Jordi Calvet

Phnom Penh, 27 jul.- El primer ministro de Camboya, Hun Sen, parte como máximo favorito para ganar las próximas elecciones generales del país en las que aspira a alargar cinco años más un cargo que ostenta desde hace casi tres décadas.

De lograrlo, Hun Sen, de 61 años, se acercaría a su propósito anunciado en mayo de mantenerse al frente del Ejecutivo al menos una década más, rebajando una declaración anterior en la que se mostraba dispuesto a gobernar hasta cumplir los noventa.

A su favor tiene el control del Estado, la Justicia, fuerzas de seguridad y medios de comunicación por parte del Partido del Pueblo de Camboya (PPC), la formación que lidera y con la que logró una aplastante mayoría de dos tercios en los últimos comicios, en 2008.

Pero también sus cualidades oratorias y su empatía con gran parte de la población, sobre todo en zonas rurales, que le concede el mérito por la consolidación de la paz en el país tras décadas de guerra civil y por los beneficios de una economía que bajo su mandato ha crecido por encima del 7 por ciento desde 1998.

Del desarrollo económico queda como lastre la rampante corrupción que sacude todos los estamentos del Estado y de la que, según la organización Global Witness, no es ajeno el entorno familiar del primer ministro quien, en más de una ocasión, ha ordenado a su clan que no utilice su nombre para medrar sus fortunas.

Nacido en 1952, a los 18 años abandonó los estudios en un templo budista y, como muchos jóvenes de su época, ingresó en las filas del Jemer Rojo de Pol Pot tras la llamada del rey Norodom Sihanuk, recién depuesto en un golpe liderado por el general Lon Nol.

Perdió el ojo izquierdo en una herida de guerra el día antes de que tomaran Phnom Penh en 1975 para poco después recibir un puesto como comandante de batallón en la zona este del país.

En 1977, las purgas políticas llevaron a Hun Sen y a varios miembros de su batallón a huir a Vietnam, donde un año más tarde se unió al Frente Camboyano Unido para la Salvación Nacional que, con el apoyo del ejército vietnamita, derrocó al Jemer Rojo el 7 de enero de 1979.

Ocupó la cartera de Asuntos Exteriores en el primer Ejecutivo formado con el beneplácito de Hanoi y, el 14 de enero de 1985, con 33 años, llegó a la jefatura del Gobierno con el entonces comunista Partido Revolucionario del Pueblo de Kampuchea, la simiente del PPC.

Apasionado del golf -hasta el punto de incluir en su página web oficial una relación de estadísticas, campos en los que ha jugado y sus palos preferidos- Hun Sen se ha consolidado como hombre fuerte de Camboya a base de autoritarismo, clientelismo y astucia política.

Una vez en el poder pacificó gran parte del país, consiguió que Vietnam replegase su ejército de Camboya y apostó por las negociaciones de paz que auspiciaba la ONU y que dieron como fruto los acuerdos de paz de París, en 1991.

Perdió por poca diferencia las primeras elecciones democráticas en 1993 ante el príncipe Norodom Ranaridh, candidato del partido monárquico FUNCINPEC, fundado por Sihanuk una década antes.

En vez de retirarse, Hun Sen amenazó con reabrir la guerra civil y forzó una coalición de gobierno en la que compartió la jefatura del Ejecutivo con Ranaridh, así como ministerios claves.

La asociación de gobierno se disolvió en 1997 cuando Hun Sen se impuso en unos enfrentamientos entre tropas leales a ambos primer ministros que causaron decenas de muertos, una cuarentena de ellos, oficiales del FUNCINPEC.

Presionado por la comunidad internacional, convocó elecciones al año siguiente y ganó, pero no con los escaños suficientes para gobernar en solitario y tuvo que volver a formar alianza con el FUNCINPEC, el segundo partido más votado.

Ese mismo 1998 Pol Pot murió en la jungla, lo que propició el final del Jemer Rojo, y Camboya ingresó en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

La misma coalición con los monárquicos fue necesaria tras las elecciones de 2003 hasta que el PPC logró 90 de los 123 escaños de la Asamblea Nacional en las de 2008 que le permitieron, por primer vez, gobernar en solitario.

Este es el mismo objetivo de Hun Sen en las elecciones de mañana en las que también se presenta su hijo menor, Hun Many, y otros 13 retoños de altos cargos en lo que algunos analistas ven como el primer paso del "hombre fuerte" hacia su sucesión.

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