Iglesias, dispuesto a mediar con Maduro para permitir la entrada de Felipe González en Venezuela

    • El secretario general de Podemos admite "errores de comunicación" que han podido perjudicarles en las expectativas de voto.
    • Iglesias se muestra abierto a pactar con el PSOE en Madrid y reconoce que la situación en Andalucía no le gusta.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, afirma que estaría dispuesto a interceder con el Gobierno de Venezuela para permitir la entrada al país del expresidente Felipe González, en calidad de abogado de Leopoldo López, opositor encarcelado.

"Es bien sabido que yo no tengo ninguna simpatía por Felipe González, pero me parece una cosa saludable que entre en Venezuela, dé conferencias, se posiciones políticamente, claro que sí", asegura en una amplia entrevista que hoy publica El Mundo.

Iglesias niega también rotundo que el partido haya recibido financiación de gobiernos de Venezuela, Ecuador o Bolivia: "La transparencia en nuestras cuentas es una seña de identidad. Nosotros ni siquiera hemos pedido dinero a los bancos", explica. Sobre si él personalmente cobró, asegura que sólo dietas. "Eran dietas que se gastaban en el día; no como las del Parlamento Europeo", asegura.

Admite también que con Nicolás Maduro la situación en Venezuela ha empeorado. "Es uno de los problemas probablemente derivados de un liderazgo tan fuerte. Es muy difícil que alguien como Maduro tenga la autoridad de Chávez". En este punto, manifiesta su rechazo por la existencia de presos políticos. "A priori, que alguien esté en la cárcel y que sea un alcalde opositor o una figura política prominente me parece que está mal", dice el líder de Podemos.
Errores de comunicación

Sobre si la formación ha perdido fuelle, a la vista de los últimos resultados del CIS-que la colocan como tercera fuerza, por detrás de PP y PSOE- Iglesias afirma que las encuestas las toma con "cautela" y apela al voto indeciso. "La situación está muy abierta, que las campañas cuentan más que nunca y que incluso el día de la votación es determinante. Pensamos que hay partido y lo jugamos para ganar", dice el secretario general de Podemos.

No obstante, sí reconoce errores. Por ejemplo, "dificultades para comunicar". "Hemos tenido que madurar muy rápido. No nos hemos dado cuenta de que las cosas hay que tomárselas con calma e incluso con cierta ironía, que la aspereza en política es una...", admite, afirmando también que ha "fruncido el ceño demasiado". "Hemos tenido dificultades para adaptarnos a ese juego" de "la primera división de la política", razona.

Admite también que el caso Monedero ha podido hacerles daño. "Nos ha enseñado a nosotros", dice el líder del partido, que insiste en la necesidad de ser más "eficaces y mucho más precisos" en la comunicación. "No hicimos una buena gestión comunicativa", repite. Asegura también que desconocía la cuantía de los cobros que el ya exnúmero tres de Podemos- de quien dice será ahora mucho más "útil" por las críticas que desde fuera pueda hacer al partido- recibió de Venezuela por sus trabajos de consultoría."Me reuniría con Ana Botín"

Sobre sus relaciones con las altas esferas económicas, afirma que no ha tenido contacto con representantes de las empresas del Ibex 35- sí otros miembros del partido, como Nacho Álvarez o Carolina Bescansa, intermediarios en las reuniones con distintos sectores de la esfera económica y social para la elaboración del programa. Preguntado por si se reuniría con la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, Iglesias responde afirmativo. "Sin ningún problema. Si fuéramos a un restaurante, le pediría que fuera uno modesto, y encantado de comer o cenar con ella, claro que sí", responde.

En relación a las posibles fracturas en el partido, por la división entre un ala más moderada, representada por Íñigo Errejón, y otra más 'radical', Iglesias responde que coincide con su secretario de Política al cien por cien. Con él, asegura, tiene un grado de "coincidencia política y estratégica muy alto". "En ningún caso representamos dos polos o dos tendencias, sino buena parte de las claves del proyecto original", afirma."El populismo de izquierdas es clave"

Iglesias, que se descarta comunista y asegura no querer etiquetarse ideológicamente, afirma que el "populismo de izquierdas es clave para construir los elementos agregadores para que se produzca un cambio político".

Preguntado sobre si imitaría el modelo de gobierno de Alexis Tsipras en Grecia, afirma que, si bien cree que las medidas tomadas por el Ejecutivo heleno son las adecuadas,

"la situación económica de España no es tan complicada como la de Grecia". El Gobierno español, afirma, tendría "más margen" para trabajar que el griego. Sí trasladarán algunas medidas, por ejemplo, la garantía de suministros básicos.Dispuesto a pactar con el PSOE en Madrid

En relación a la postura de Podemos en la votación de investidura de Susana Díaz, Iglesias afirma que no han cambiado las tres condiciones exigidas por la formación a la presidenta en funciones, ni siquiera tras el estallido del caso Aznalcóllar. "Ella sabe lo que tiene que hacer si quiere nuestra abstención", advierte. El líder de Podemos niega que retrasar su respaldo a los socialistas responda a una cuestión táctica y reconoce también que "trabajaría" para pactar con el PSOE si de ello dependiese desplazar al PP del Gobierno de Madrid.

"Ya hemos dicho que el PSOE tendrá que dar un giro de 180 grados. Pero nuestra voluntad sería no permitir que el PP siga gobernando en la Comunidad de Madrid", afirma.Partidario de una Cataluña dentro del Estado

Iglesias, que defiende una amplia reforma constitucional, afirma también que "discutiría" el derecho a decidir para las comunidades autónomas. "Creo que España es un Estado plurinacional, que conviven diferentes sentimientos nacionales que no se pueden ignorar", subraya. No obstante, asegura que está a favor de la unidad de España. "No quiero que Cataluña se vaya de España, por ejemplo. Es una puerta que se cerró en falso y en el marco de un proceso constituyente yo abriría la discusión también sobre el derecho a decidir en Cataluña". Sobre la "inmersión lingüística" en Cataluña afirma que "los padres tienen que poder educar a sus hijos en la lengua en la que quieran, pero al mismo tiempo si la lengua cooficial en Cataluña es el catalán" y cualquier niño debe saber hablar "perfectamente" catalán y castellano.

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