Ignacio Diego culpa del problema catalán al "desorden" de los tripartitos

  • El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha culpado hoy del problema de Cataluña al "desorden, la desorganización y el empobrecimiento" que considera que supusieron para esa comunidad los tripartitos encabezados por Pasqual Maragall y José Montilla.

Madrid, 17 jun.- El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha culpado hoy del problema de Cataluña al "desorden, la desorganización y el empobrecimiento" que considera que supusieron para esa comunidad los tripartitos encabezados por Pasqual Maragall y José Montilla.

Diego ha dirigido sus críticas a esos tripartitos en su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press al que ha asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El jefe del Ejecutivo cántabro ha considerado que el problema catalán sólo puede resolverse desde Cataluña y desde fuera puede haber muy poca participación.

Ha asumido asimismo que todo ciudadano tiene un legítimo doble sentimiento, el de ser español y el de pertenecer a su propia región.

"Pero de ahí a la tendencia separatista y el independentismo que hoy existe en Cataluña, se llega por un error relativamente reciente", ha considerado el presidente cántabro.

Y ese error, ha explicado, parte del tripartito que encabezó Pasqual Maragall y que ha considerado acentuado con el que encabezó José Montilla.

Para Diego, esos tripartitos dieron lugar a "desorden, desorganización y empobrecimiento de Cataluña" y, con la crisis, todo ello fue una "levadura" para el nacionalismo.

El presidente de Cantabria ha advertido también de que los defensores de la independencia han hecho creer a los catalanes que, si consiguen su objetivo, Cataluña será más rica.

"Y eso no es cierto. Será más pobre y también lo será España", ha asegurado Ignacio Diego, quien ha seguido la tesis defendida por Mariano Rajoy de que para reformar la Constitución es necesario tener muy claro los objetivos y conseguir un amplio consenso, y ha considerado que no se da ninguna de esas premisas.

A su juicio, si no existen, es mejor no iniciar experimentos que pueden ser delicados para la estabilidad de España.

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