El 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada. Desde entonces, poco se ha avanzado en el desarme y entrega de explosivos. Los presos son uno de los caballos de batalla de los miembros del entorno terrorista. Exigen que sean liberados o, cuanto menos, que se reduzcan sus penas y las cumplan dentro de las cárceles de País Vasco.
Sin embargo, todavía quedan muchos años hasta que el último preso etarra pise la calle. Si no se condenara a ninguno más, los tres últimos no regresarían a sus casas hasta dentro de 38 años, es decir, en 2053.
Se trata de Iñigo Zapirain Romano, Beatriz Etxebarria Caballero y Daniel Pastor Alonso, miembros del Comando Otazua desde 2006. Fueron condenados en diciembre por los atentados contra la casa cuartel de Burgos en 2009, además del asesinato del brigada Luis Conde en 2008 y del policía Eduardo Puelles en 2009.
Además colocaron un coche bomba contra la delegación del Ministerio de Defensa de Logroño, en 2007,tres bombas lapa en los bajos de tres coches: el del policía Eduardo Puelles, que murió en Arrigorriaga en 2009, en el del coche del escolta Gabriel Ginés en 2007, que resultó herido, y en el de un policía que recorrió varios kilómetros sin que el artefacto explotara, en Basauri (Vizcaya), en 2008.
En la lista de atentados llevados por el comando Otazua también se incluyen las bombas colocadas en la Oficina del INEM del barrio de Santutxu (Bilbao), en 2006, en los Juzgados de Sestao (Vizcaya), en 2007, en las oficinas de la Seguridad Social de Arrigorriaga (Vizcaya), en 2008, y en un repetidor el monte Arnotegi (Vizcaya), en 2008.
A pesar de que fueron detenidos solo unos meses antes del anuncio del fin de ETA, las fuerzas antiterroristas hallaron durante los registros en los pisos de los detenidos informaciones elaboradas para atentar contra ertzainas y jueces y más de 200 kilos de explosivos.
Aunque la Audiencia Nacional les impuso una pena de más de 3.800 años, solo cumplirán 40. A pesar de ello, esta condena supone una mejora con respecto al régimen penitenciario anterior. En virtud de la reforma del Código Penal de 2003, estarán en prisión 10 años más que los terroristas anteriores y además cumplirán íntegramente esta pena sin la posibilidad de acceder a beneficios penitenciarios.La prisión de Algeciras, la que acumula más condenas
A la hora de elegir prisión, Instituciones Penitenciarias decidió separar a los tres terroristas. Así, Iñigo Zapirain está en la cárcel Jaén, donde compartirá espacio con otros 8 etarras, Beatriz Etxebarria en la de Córdoba, junto con otros 11 terroristas, y Daniel Pastor en la llamada Puerto III, en la que también hay otros 14 asesinos vascos.
Más de 320 etarras siguen cumpliendo condena en centros penitenciarios españoles. Uno destaca, no obstante, por recluir en su interior a los terroristas con condenas más largas de ETA: la prisión de Botafuegos en Algeciras.
En ella, por ejemplo, se encuentra uno de los miembros más sanguinarios de ETA: Gorka Loran Lafourcade, detenido y sentenciado 2.775 años de cárcel por intentar volar en la hora punta de la Nochebuena de 2003 el tren Intercity Madrid-Irún en la estación de Chamartín para provocar una masacre.
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