La Asamblea General cierra su período de sesiones con un espíritu de consenso

  • Naciones Unidas.- La Asamblea General de la ONU concluirá hoy su 64 período de sesiones, en la que bajo la discreta presidencia del diplomático libio Ali Treki ha prevalecido el consenso en general y se han evitado grandes enfrentamientos.

La Asamblea General cierra su período de sesiones con un espíritu de consenso
La Asamblea General cierra su período de sesiones con un espíritu de consenso

Naciones Unidas.- La Asamblea General de la ONU concluirá hoy su 64 período de sesiones, en la que bajo la discreta presidencia del diplomático libio Ali Treki ha prevalecido el consenso en general y se han evitado grandes enfrentamientos.

"Me siento orgulloso de que las deliberaciones se hayan llevado a cabo dentro de un espíritu de consenso y que también hayamos podido contar con la participación de los líderes mundiales, lo que refuerza el diálogo y el entendimiento", aseguró en una conferencia de prensa el ex ministro de Exteriores de Libia.

Al mismo tiempo, reconoció que "hay mucho margen para mejorar", particularmente en los métodos de trabajo del organismo y en el fortalecimiento de su papel como el principal punto de encuentro de todos los 192 países de Naciones Unidas.

Treki presidirá la ceremonia de clausura del 64 período de sesiones de la Asamblea, a la que también asistirá el secretario general del organismo, Ban Ki-moon.

Las delegaciones trabajarán a contra reloj para abordar los 71 puntos en la agenda de la sesión, entre los que se encuentran asuntos relacionados con la financiación de varias de las misiones de paz de la ONU o el conflicto de Oriente Medio.

También se espera la adopción de un proyecto de resolución que concede un mayor papel a la Unión Europea (UE) dentro del organismo, ya que concede a sus representantes a tomar la palabra en nombre de la institución y proponer actuaciones sin necesidad de recurrir a uno de sus estados miembros.

Treki aseguró que no considera un problema aprobar la petición de la UE, aunque se deben conceder los mismos derechos a otros grupos regionales, como la Unión Africana o la Liga Árabe, agregó.

Desde que asumió la presidencia de la Asamblea hace un año, el ex ministro de Exteriores libio ha mantenido una relación cordial de trabajo con Ban Ki-moon, al que nunca trató de robarle protagonismo como principal figura de la organización.

Poco proclive a interactuar con la prensa, Treki ha preferido mantener un perfil bajo a lo largo de su Presidencia, en la que ha evitado involucrarse en polémicas o utilizar el cargo como un púlpito para exponer sus posiciones personales.

Esta actitud contrasta con la de su predecesor, el ex canciller sandinista Miguel D'Escoto, que se caracterizó por sus declaraciones polémicas y no dudó en competir con otros órganos de Naciones Unidas, como el Consejo de Seguridad, por considerarlos menos democráticos.

En cambio, la actuación del ex ministro libio confirmó las expectativas de los diplomáticos occidentales que tras su elección resaltaron su carácter moderado y su profesionalidad, poco dado a acciones que pudieran desestabilizar el delicado equilibrio del organismo.

A lo largo de los últimos doce meses, la Asamblea General ha abordado algunos de los asuntos más espinosos de la actualidad internacional, como el conflicto entre israelíes y palestinos o el estatus de Kosovo.

El foro de Naciones Unidas respaldó el pasado noviembre, tras un debate intenso, el contenido del polémico informe Goldstone que acusa a Israel y al movimiento radical islámico Hamás de posibles crímenes de guerra durante el conflicto en Gaza de diciembre de 2008 y enero de 2009.

En febrero concedió cinco meses más a Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para cumplir con las recomendaciones del informe.

Ambas partes presentaron recientemente sus respuestas, que ahora deberán ser valoradas en el próximo 65 período de sesiones de la Asamblea.

A lo largo de estos meses se dio impulso al lento proceso de reforma del Consejo de Seguridad, el máximo órgano de poder del organismo, que sus críticos consideran que refleja todavía la realidad superada de la Guerra Fría.

Asimismo, se celebraron reuniones especiales sobre el desarme nuclear, el futuro de las misiones de paz de la ONU, el acceso al agua potable, así como la puesta en marcha de un plan global contra el tráfico de personas.

Los desastres naturales adquirieron una particular relevancia en este período, después desde que la Asamblea General sirviera de foro para pedir una mayor solidaridad con las víctimas de los terremotos de Haití y Chile, así como con los damnificados por las inundaciones en Pakistán.

Por otro lado, tras una intensa actividad diplomática, la Asamblea respaldó el pasado jueves una mediación europea para resolver las diferencias entre Serbia y Kosovo tras la opinión de la Corte Internacional de Justicia (CJI) favorable a la declaración de independencia del territorio balcánico.

A Treki le relevará el martes el ex presidente de la Confederación Helvética Joseph Deiss, elegido el pasado junio por la Asamblea General de la ONU como el presidente del próximo 65 período de sesiones del órgano multilateral.

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