Caos en la URJC: los datos de los que empiezan y acaban un máster no encajan

  • El informe del organismo muestra la falta de transparencia de la universidad del máster de Cifuentes, justo en el mismo año en el que logró el título
Fotografía Cifuentes
Fotografía Cifuentes
EFE

La Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid ya puso negro sobre blanco en su informe de fiscalización de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid en su ejercicio de 2012, el año del 'caso Cifuentes' (aunque se analizan datos desde el 2008), la falta de control exhaustivo sobre los máster en esta universidad. Nadie hizo nada.

En él se desvela la opacidad en el proceso de consecución de los másteres. "No se aportan los datos de los alumnos de nuevo ingreso de másteres de enseñanza presencial y los aportados en enseñanza no presencial se consideran erróneos -subraya el documento-. Tampoco se aportan datos, salvo el número de titulaciones, sobre másteres en centros adscritos de la rama de CC Sociales y Jurídicas". Justo la temática en la obtuvo el suyo Cifuentes.

El análisis de la Cámara de Cuentas deja claro que la universidad no ha aportado durante el período analizado "ninguna información sobre los doctorados que se pueda considerar válida, ni datos de las plazas ofertadas de másteres y títulos propios en ninguno de los cursos". Así, en sus conclusiones destaca que no se puede analizar la evolución del alumnado por falta de datos. Tampoco se puede valorar el dato de profesores referente a doctorados y másteres ya que "la información al respecto es deficiente, por lo que no se puede calcular la ratio para la totalidad de los alumnos". 

Por otra parte, el informe destaca que "el número de alumnos graduados no parece coherente con el número de alumnos matriculados porque es muy reducido para titulaciones de duración no superior al año en muchos casos". Un caos, que el rector de la Universidad, Javier Ramos, ha corroborado en su última declaración pública, en la que ha señalado que "durante las investigaciones se constata que no consta el acta en el servicio de posgrado pese a que su archivo en el mismo sea obligatorio, tampoco ha sido remitida la memoria del TFM ni se puede confirmar que la defensa de dicho trabajo haya tenido lugar", refiriéndose al 'caso Cifuentes'.

No solo eso. Enrique Álvarez Conde, director del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha asegurado que el acta del trabajo que presentó Cifuentes fue una "reconstrucción" y que el documento "debería existir en los servicios administrativos de la Universidad".

El informe de la Cámara de Cuentas sobre la Universidad Rey Juan Carlos es revelador. Denuncia que no se ha aportado información sobre los centros de estudio de posgrado y doctorado y subraya también deficiencias en la información sobre la actividad docente y de personal. Los datos demuestran que la universidad experimentó entre 2008 y 2013 un aumento del 80% en el número de doctorados (567 a 1.021) y un 50% el de los másteres (de 2.035 a 3.049).  

El informe destaca que la fundación de la universidad obtuvo beneficios en todos los ejercicios analizados aunque en 2008 lo recaudado antes de impuestos fueran de 435.000 euros  y en 2012, 210.000 euros. Un dato llama la atención: la financiación autonómica para proyectos de investigación pasó de 417.000 euros en 2008 a 1.717.000 euros en 2012, lo que supuso un crecimiento del 312%, muy por encima de los estatales (31%) y los europeos (81%). Los fondos privados destinados a este fin cayeron un 4%. El informe señala que la universidad no aporta los planes de evaluación de calidad docente ni tampoco respecto a la oferta de plazas.

Llueve pues sobre mojado en la políticas de másteres. No es solo la Rey Juan Carlos, el Tribunal de Cuentas, en un Informe de fiscalización de las Universidades Públicas del mismo 2012, advierte del exceso de plazas ofertadas por estas en el caso de las titulaciones de máster y señala que "falta una regulación expresa respecto a la capacidad docente especialmente en máster y doctorado". Y constata que el grado de satisfacción de los estudiantes de máster era bajo: un 61%, frente casi el 100% de los titulados de grado. De hecho, entre los estudiantes de Ingeniería y Arquitectura de forma no presencial la satisfacción era solo del 49%. 

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