La Fiscalía pide 9 años para dos etarras por tenencia de armas y explosivos

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles a los miembros de ETA Jesús María Puy Lecumberri, "Txuma", y Aitor Lorente Bilbao, para quienes la Fiscalía pedirá nueve años de prisión por los delitos de tenencia de armas y explosivos.

Madrid, 6 may.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles a los miembros de ETA Jesús María Puy Lecumberri, "Txuma", y Aitor Lorente Bilbao, para quienes la Fiscalía pedirá nueve años de prisión por los delitos de tenencia de armas y explosivos.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, Lorente Bilbao era integrante del "comando Vizcaya" hasta su desarticulación en septiembre de 1997, cuando pasó a la clandestinidad.

Tras la detención de parte de los miembros del comando, se registró el domicilio en el que vivía Lorente y en él se intervino un cuaderno con instrucciones para la confección de artefactos explosivos con las huellas de Puy Lecumberri, vinculado al "comando Nafarroa" de ETA desde los años noventa.

La Fiscalía considera por éste y otros indicios que el procesado tuvo "plena capacidad de disposición" sobre las armas y los explosivos encontrados en el domicilio de Lorente.

Puy Lecumberri fue expulsado a España desde Francia el 1 de febrero de 2007 tras haber cumplido condena en el país galo por asociación de malhechores, mientras que Lorente fue entregado temporalmente el mes pasado después de haber sido condenado en noviembre de 2011 a cuatro años de prisión por sus actividades en el aparato militar de ETA .

Por otra parte, la Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves a Garikoitz Urizar Elorza, Joseba Andoni Arrizubieta Irigoyen e Igor Cearreta Garay, para los que el fiscal pedirá para cada uno dos años de cárcel por un delito de desórdenes públicos.

Los hechos se remontan al 5 de mayo de 2002, cuando Batasuna convocó una manifestación en Bilbao y al término de la misma un grupo de personas "coordinadas en su actuación" originaron disturbios en le casco urbano.

Así, sobre las dos y media de la tarde, entre veinte y treinta personas con capuchas atacaron una sucursal de la BBK y quemaron el cajero automático del interior, al tiempo que otro grupo de encapuchados intentó incendiar un autobús y lanzó artefactos incendiarios contra las dotaciones antidisturbios de la Ertzaintza.

La intervención de la Policía Autónoma vasca hizo que el grupo se disolviera, dejando abandonado en su huida las capuchas, guantes, tuercas y artefactos que portaban, en los que se halló el ADN de los acusados.

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