La muerte de Osama Bin Laden, el mejor eslogan para Obama un año después

  • La operación que acabó con Osama bin Laden se convirtió hace un año en el logro más palpable en política exterior del presidente de EE.UU., Barack Obama, que empieza ahora a transformarla además en el mejor eslogan para su campaña de reelección.

Lucía Leal

Washington, 27 abr.- La operación que acabó con Osama bin Laden se convirtió hace un año en el logro más palpable en política exterior del presidente de EE.UU., Barack Obama, que empieza ahora a transformarla además en el mejor eslogan para su campaña de reelección.

Eran más de las diez de la noche del domingo 1 de mayo en Washington (02.00 GMT del 2 de mayo) cuando la Casa Blanca anunció que Obama haría una declaración ante la prensa poco antes de que acabara la jornada.

Pocos imaginaban que aquel escueto anuncio precedía a la noticia de la muerte del líder de la red terrorista Al Qaeda, objeto último de la "guerra contra el terror" lanzada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

El operativo secreto coordinado desde Washington y desplegado en Abbotabad (Pakistán) por el grupo de operaciones especiales de la Marina (SEALS) se mantiene un año después como el momento que concedió a Obama una distinción única: la de ser el presidente que logró acabar con el terrorista más buscado del mundo.

Esa medalla ha salido a relucir periódicamente en discursos, foros y entrevistas, presentada como prueba casi irrefutable de los éxitos del Gobierno de Obama, especialmente cuando sus adversarios subrayaban sus horas más bajas en el plano económico.

Aunque la Casa Blanca se ha cuidado de no abusar del tono triunfal, los asesores del presidente no han dejado de ver los réditos políticos que puede proporcionar aún la famosa operación, y comienzan a integrarla, lentamente, en la campaña para la reelección del presidente.

"Si queréis una frase para hacer pegatinas que resuman lo que el presidente Obama ha logrado y lo que heredó, es muy simple: Osama bin Laden ha muerto y General Motors está viva", dijo este jueves el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, en un discurso en Nueva York.

Biden se atrevió incluso a lanzar ese eslogan contra el probable rival de Obama en las elecciones de noviembre, Mitt Romney, al plantear que, de ser presidente, el republicano "habría podido usar el mismo eslogan, pero al revés".

Romney no tiene experiencia en política exterior y fue muy crítico en su día con el uso de fondos públicos para rescatar al gigante del automóvil.

La Casa Blanca no ha difundido aún la agenda oficial de Obama para el martes, aunque se espera que el presidente conmemore la fecha de una u otra forma.

No existe, sin embargo, un gran temor a nuevos atentados terroristas que coincidan con el aniversario, dado que las autoridades estadounidenses no han detectado una amenaza "creíble" de que vayan a producirse ataques, según dijo a Efe un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.

En cualquier caso, la advertencia que lanzó Obama hace un año de que Estados Unidos seguiría "vigilante" permanece inmutable, dado que, tras eliminar al enemigo público número uno del país, el aparato de seguridad nacional ha mantenido el mismo nivel de alerta ante unas amenazas de Al Qaeda que no han cesado.

Lo que sí ha cambiado es el clima de las alianzas de Estados Unidos con Pakistán, un socio clave en la lucha antiterrorista, y Afganistán, donde muchos ven amenazada la fecha de retirada prevista por la OTAN para 2014 debido a las tensiones entre Washington e Islamabad, el valedor tradicional de los talibanes.

La redada contra Bin Laden enfrió inevitablemente la relación con Pakistán al desarrollarse en su territorio y sin su conocimiento previo, y el hallazgo del terrorista en un lugar tan expuesto, a las afueras de Islamabad, despertó a su vez la suspicacia de EEUU, que cree que los responsables paquistaníes no sólo conocían su paradero, sino que lo protegieron.

Frente a esa tensión, que se manifestó en hechos como el arresto en junio en Pakistán de 5 colaboradores de la CIA que habían ayudado a ubicar a Bin Laden, el Gobierno de Obama ha intensificado la diplomacia para evitar que se ensombrezca, al menos de cara a la opinión pública del país, la buena imagen del operativo.

A medida que se acerca el aniversario, los medios estadounidenses se llenan con los detalles más minuciosos sobre una operación que se explicaba sólo con una imagen: la de los rostros solemnes del equipo de seguridad nacional de Obama observando en directo el final de Bin Laden.

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