La nueva gira de Kerry, marcada por tensiones con Egipto y Arabia Saudí

  • El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, iniciará este domingo una gira por ocho países que estará marcada por la tensión con Arabia Saudí respecto a Siria e Irán, el deterioro de su relación con Egipto y la creciente fragilidad de las conversaciones directas entre israelíes y palestinos.

Lucía Leal

Washington, 2 nov.- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, iniciará este domingo una gira por ocho países que estará marcada por la tensión con Arabia Saudí respecto a Siria e Irán, el deterioro de su relación con Egipto y la creciente fragilidad de las conversaciones directas entre israelíes y palestinos.

A las visitas previstas de Kerry a Arabia Saudí, Polonia, Israel, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Marruecos se ha sumado en el último momento una parada el domingo en Egipto, que será la primera del jefe de la diplomacia estadounidense en ese país desde la destitución del presidente Mohamed Mursi en julio.

Si bien el Departamento de Estado no ha querido confirmar hasta ahora la visita a Egipto, anunciada por la agencia estatal egipcia Mena, el propio Kerry adelantó el lunes su intención de volver allí.

"Creo que iremos a El Cairo en algún momento en las próximas semanas y he insistido en tener una reunión con la sociedad civil", dijo Kerry en un encuentro con empleados del Departamento de Estado.

Las relaciones entre EE.UU. y Egipto se han deteriorado a raíz del golpe militar contra Mursi, la posterior represión de las protestas islamistas y la detención de la mayoría de sus líderes.

Muestra de ello fue el anuncio, el pasado 9 de octubre, de que EE.UU. congelaría la entrega de tanques, aviones de combate, misiles y al menos 260 millones de dólares en fondos directamente destinados al Ejército egipcio hasta ver progresos en su democracia, un duro golpe al segundo mayor receptor de ayuda militar estadounidense.

El Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, se debate entre mantener los lazos con su mayor aliado árabe, clave en la región por su control del canal de Suez y su peso demográfico, y evitar que se le perfile como garante de la deposición de un líder democráticamente electo.

La segunda parada de Kerry no entraña menos dificultades, dadas las abiertas críticas que Arabia Saudí ha dirigido a EE.UU. por su incipiente apertura a Irán, su supuesta falta de firmeza en Siria y lo que perciben como un apoyo a los partidarios de Mursi en Egipto.

La visita de Kerry a Riad se produce apenas dos semanas después de que el reino del Golfo Pérsico rechazara su asiento como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El príncipe Bandar Bin Sultan, jefe de la inteligencia saudí, describió la medida como "un mensaje para Estados Unidos, no para la ONU"; y el pasado martes, otro miembro de la familia real, Turki Al Faisal, tachó de "lamentable" la política de Obama en Siria en un discurso en Washington.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, subrayó el jueves que esos comentarios "no fueron del Gobierno saudí como tal, sino de uno o dos funcionarios", por lo que se espera que Kerry trate de averiguar en Riad si el rey Abdalá comparte las críticas.

El titular de Exteriores estadounidense partirá a continuación rumbo a Varsovia, donde "se reunirá con funcionarios polacos de alto rango" para hablar de la alianza de defensa y en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), según Psaki.

Las siguientes paradas, en Jerusalén y Belén, se producen en un momento especialmente frágil para el proceso de paz auspiciado por EE.UU., después de que algunos funcionarios palestinos llamaran el jueves a detener las conversaciones directas debido a que continúa la construcción en asentamientos.

El mismo día, el Gobierno de Israel anunció que construirá 1.500 viviendas en asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Este, en un nuevo gesto para apaciguar las críticas de la derecha por la reciente liberación de presos palestinos.

Además, la visita se produce muy poco después de la reunión de siete horas que Kerry y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mantuvieron el 24 de octubre en Roma, donde no lograron limar sus diferencias sobre el programa nuclear de Irán.

La principal divergencia está, según varios medios, en la oposición de Israel a la posibilidad de que EE.UU. establezca una moratoria a la imposición de nuevas sanciones contra Irán mientras duran las negociaciones nucleares con las potencias occidentales, algo que el Departamento de Estado debate con el Congreso.

El conflicto en Siria será previsiblemente el principal tema en la visita de Kerry a Amán (Jordania) y a Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), donde se desplazará antes de viajar a Argel para copresidir el Diálogo Estratégico EE.UU.-Argelia, iniciado en octubre de 2012.

La última parada de la gira, que concluye el 11 de noviembre, será Rabat, donde Kerry participará en una reunión similar a la de Argelia con el ministro de Relaciones Exteriores marroquí, Riyad el Mezouar.

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