Naciones Unidas, 11 feb.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy a la comunidad internacional el despliegue de más tropas en la República Centroafricana para poner freno al empeoramiento de la crisis que vive el país.
"La respuesta internacional aún no coincide con la gravedad de la situación. Tenemos que hacer más para prevenir atrocidades, proteger a los civiles, restaurar la ley y el orden, dar asistencia humanitaria y mantener el país unido", dijo Ban a los periodistas.
El secretario general de las Naciones Unidas explicó que ha mantenido contactos con el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, para pedirle que considere el envío de tropas adicionales a su excolonia, conversaciones que hoy continúan.
Francia tiene desplegados actualmente unos 1.600 efectivos en el país, que se suman a los cerca de 6.000 de la misión internacional de la Unión Africana (MISCA).
Al mismo tiempo, Ban urgió a otros países a colaborar y pidió a la Unión Europea que acelere el despliegue de la operación militar que acordó para crear un espacio seguro en el área de la capital, Bangui.
El diplomático surcoreano advirtió de que la situación en la República Centroafricana sigue empeorando, con una "brutalidad sectaria que está cambiando la demografía del país y creando el riesgo de una partición de facto del Estado entre cristianos y musulmanes".
Ban insistió en que la respuesta internacional debe pasar por un despliegue de fuerzas creíble y rápido si se quieren evitar males mayores.
"No podemos simplemente continuar diciendo 'nunca más'. Eso ya lo hemos dicho muchas veces. Debemos actuar de forma concertada y ahora para evitar que continúen las atrocidades a gran escala", defendió.
Además, indicó que esta semana habrá consultas entre la ONU y la Unión Africana sobre la posibilidad de transformar la MISCA en una operación de paz de Naciones Unidas.
Según Ban, ese cambio "es cada vez más necesario", pero necesitará tiempo para materializarse.
Más allá de la seguridad, la ONU intensificará sus esfuerzos para promover la reconciliación, vigilar los derechos humanos y establecer juzgados móviles que puedan impartir Justicia.
La República Centroafricana sufre una espiral de violencia protagonizada por facciones armadas enfrentadas de distinta religión, bandidos y una población que se encuentra en su mayoría en la extrema pobreza.
La capital, Bangui, fue tomada el pasado 24 de marzo por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida del derrocado presidente François Bozizé, que se ha refugiado en Camerún.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012, al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Sin embargo, estos rebeldes son de mayoría musulmana, frente a una población esencialmente católica, por lo que el conflicto está adquiriendo una vertiente religiosa.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios