Todos contra Miguel Arias Cañete. El candidato del PP a las europeas ha tardado en aparecer en precampaña pero en tan solo unos días se ha convertido en la diana del resto de partidos, lanzados en su propósito de propinar a los populares su primera derrota electoral desde 2009. Precisamente en los anteriores comicios al Parlamento europeo comenzó la formación de Mariano Rajoy el ciclo de victorias que le ha dado la mayor cuota de poder de un partido en democracia -excepción hecha de las comunidades donde su papel siempre ha sido secundario, Catalunya y País Vasco, donde siguió lejos de la victoria en 2010 y 2012-.
Su gran rival, la socialista Elena Valenciano, se ha referido hoy personalmente al ministro para asegurar que cuando escucha a Rajoy "decir que nadie como Cañete para representar los intereses de España" se pregunta "qué intereses" son esos, dado que se le imagina "perfectamente defendiendo los intereses de las grandes corporaciones" pero, "por mas imaginación" que le pone, no le ve reivindicando los derechos de "las personas que sufren" o "defendiendo a las mujeres, defendiendo a las personas del mismo sexo que todavía están perseguidas en muchísimos países". Un ataque directo que ya lanzó el mismo día en que el PP anunció que el madrileño sería su cabeza de lista. Valenciano ironizó entonces con la "gran sorpresa" que había supuesto su designación y aseguró que ahora los ciudadanos "podrán decidir si quieren seguir apostando por la Europa actual, la Europa de Cañete, de Merkel, de Juncker, o por el cambio en la política europea hacia una política social, de la cohesión, de la solidaridad".
Los socialistas están convencidos de que les conviene el cuerpo a cuerpo con el titular de Agricultura, que representa al modelo europeo contra el que ellos quieren luchar. Además, han aprovechado hasta el presumible salto que el candidato del PP dará en noviembre a la Comisión Europea para criticar su objetivo de ser comisario de la "derecha europea" que sigue las consignas de Merkel. "La España que defiende Cañete y la que defiendo yo no es la misma", zanjó el viernes desde Sevilla la líder de la lista del PSOE.Blanco y Aguilar se suman a la campaña
Todo el partido de Rubalcaba se ha sumado a la estrategia de desprestigiar al candidato popular. Así, uno de los integrantes de la lista socialista, el exministro José Blanco, ha aseverado hoy que "el peor castigo para Galicia el 25 de mayo es que los ciudadanos ratifiquen la política antisocial de Rajoy y ratifiquen la política antigallega de Cañete", ataque secundado por otro de los exministros candidatos de Ferraz, Juan Fernando López Aguilar. Para Aguilar la tardanza en designar al titular de Agricultura no obedece a otra estrategia que la de dejar "que Cañete calentase la silla (ministerial) hasta el último minuto", declaró ayer a la cadena SER.
Las puyas contra el cartel popular no han provenido solo del PSOE. Izquierda Unida ha sido otro de los partidos que con más virulencia se ha pronunciado al respecto. El secretario general del PCE y diputado por Sevilla José Luis Centella aseguró el miércoles que Cañete ha sido designado candidato "a palos", puesto que se resistió "hasta última hora" y también lamentó que use las europeas para conseguir su "verdadero objetivo" que es una comisaría europea. El coordinador general de la coalición, Cayo Lara, puso el énfasis en la entrada en campaña "por la puerta de atrás" del ministro al utilizar la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes para lanzar mensajes electoralistas. Y hoy mismo el candidato de ICV el 25-M, Ernest Urtasun, ha llamado a la ciudadanía a "parar" al cabeza de lista del PP, al que ha calificado de "depredador" del medio ambiente.
También los cabezas de lista del BNG, Ana Miranda -Cañete "hizo que el sector agrario gallego perdiese 300 millones de euros en fondos procedentes de la PAC"- o de Vox, Alejo Vidal-Quadras -definió como "incidente bochornoso" la designación del ministro por SMS- han lanzado sus puyas al político madrileño y a su partido, dejando claro que es su referencia para posicionarse en contra y captar apoyos de los descontentos con los populares o de los que directamente están en las antípodas de lo que defiende el PP y su candidato.
Una estrategia que parece no afectar a Cañete, que solo ha dirigido críticas a la socialista Valenciano y ha preferido centrarse por el momento en explicar lo importante de los comicios y de que sea su formación la que represente de manera mayoritaria a los españoles en Estrasburgo.
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