La tregua en Yemen, al borde de la ruptura tras nuevos ataques

  • Una ofensiva militar de fuerzas gubernamentales yemeníes, con apoyo de Riad, contra rebeldes hutíes, que replicaron disparando misiles hacia Arabia Saudita, parecía haber volado por los aires este viernes una tregua decretada durante las negociaciones de paz.

El alto el fuego había entrado en vigor el martes, al inicio de las negociaciones impulsadas por Naciones Unidas entre gobierno y rebeldes para intentar alcanzar una salida a más de ocho meses de conflicto.

Las fuerzas leales al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyadas por una coalición árabe dirigida por Arabia Saudita, arrebataron en 24 horas dos localidades a los rebeldes chiitas hutíes, en el norte de Yemen.

Con ayuda de tribus locales, las fuerzas regulares conquistaron el viernes Hazm, capital de la provincia de Jawf (norte), tras haber registrado avances importantes en la vecina provincia de Marib, según fuentes tribales.

Las fuerzas gubernamentales se habían hecho con el control la víspera de Harad, tras una serie de combates con los rebeldes chiitas apoyados por los militares fieles al expresidente Ali Abdalá Saleh, según una fuente militar.

Con la toma de esta localidad, los fieles al gobierno de Yemen se encuentran a varios kilómetros del puerto de Midi, en el mar Rojo, controlado por los hutíes desde 2010.

Las fuerzas leales a Hadi tomaron también el viernes la región de Jabal al Salb, el primer sector conquistado en la provincia de Saná, según testigos.

En respuesta a los ataques, los rebeldes lanzaron el viernes dos misiles balísticos contra Arabia Saudita, según un comunicado de la coalición árabe. Uno de ellos fue interceptado en la provincia de Marib y el otro cayó en la región saudita de Najran.

"Aunque la coalición se ha comprometido a ayudar para alcanzar un éxito en las negociaciones de Suiza, no se verá obligada a respetar la tregua si siente que una amenaza pesa sobre el reino", dijo la coalición tras el lanzamiento de misiles.

Un portavoz de las tropas leales a Saleh confirmó los dos lanzamientos, si bien precisó que un misil impactó en una base de "mercenarios" en la región de Marib, por lo que no fue interceptado.

El otro misil tenía como objetivo un punto de encuentro de las "fuerzas agresoras" en Najran, indicó el general, precisando que los proyectiles se lanzaron en "respuesta" a las violaciones del cese al fuego.

Los rebeldes también "protestaron" ante Naciones Unidas por las violaciones de la tregua, indicó el portavoz de la rebelión hutí y miembro de la delegación en Suiza, Mohamed Abdel Salam.

La rebelión y sus aliados van a "continuar defendiendo la patria", dijo, según la cuenta en Twitter de los rebeldes.

Desde su entrada en vigor, los beligerantes violaron el alto el fuego diariamente, pero la escalada del viernes es la violación más flagrante.

En una conversación telefónica con el jeque Mansur ben Zayed al Nahyan, de la familia real de Emiratos Árabes Unidos, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó "la necesidad urgente de que todas las partes respeten el cese al fuego en Yemen" a fin de permitir un descenso del conflicto, informó la Casa Blanca.

La ofensiva de las fuerzas regulares coincidió con la ausencia el viernes por la mañana de representantes de los rebeldes en las reuniones de Macolin, en Suiza.

"Pasaron la jornada con contactos intensos con el enviado especial" de la ONU, Ismail Ould Cheikh Ahmed, que intentaba convencerlos de volver a la mesa de negociaciones, indicó una fuente de la delegación gubernamental, que anunció la reanudación de las discusiones el sábado "en principio".

Un miembro de la delegación de rebeldes aseguró a la AFP que no se retiraban de las negociaciones.

Ambas partes habían alcanzado el jueves un primer avance con el anuncio de Naciones Unidas de un acuerdo sobre la reanudación "inmediata y completa" de la ayuda humanitaria a Taez (suroeste).

Los rebeldes hutíes, quienes salieron de su bastión de Saada (norte) en julio de 2014, han conquistado amplios territorios, entre ellos la capital Saná. Arabia Saudita decidió intervenir a finales de marzo para detener el avance de los rebeldes, a los que acusa de tener vínculos con Irán, su gran rival en la región.

Desde marzo, unas 6.000 personas han perdido la vida en el conflicto, entre ellos numerosos civiles, según Naciones Unidas.

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