La violencia criminal rebrota en México en forma de asesinatos grupales

  • La violencia del crimen organizado ha vuelto a impactar al norte de México, donde hoy fueron hallados 14 cadáveres en una camioneta, pese al optimismo del Gobierno federal en torno a una disminución de los asesinatos en el país.

México, 9 ago.- La violencia del crimen organizado ha vuelto a impactar al norte de México, donde hoy fueron hallados 14 cadáveres en una camioneta, pese al optimismo del Gobierno federal en torno a una disminución de los asesinatos en el país.

Además del hallazgo de los 14 cuerpos en el estado de San Luis Potosí, las autoridades de Sinaloa (noroeste) confirmaron hoy el asesinato anoche de siete personas más en esa región, dos acciones sin autoría clara, pero con trazas de estar vinculadas con la delincuencia organizada.

Los cadáveres de catorce sujetos, todos varones, fueron hallados "a bordo de una camioneta Mercedes Benz que tiene reporte de robo" a las afueras de San Luis Potosí, capital del estado homónimo, dijo a Efe la portavoz de la fiscalía estatal, Gabriela González.

Las víctimas "fueron secuestradas en el estado de Coahuila", también en el norte de México, y trasladadas hasta San Luis Potosí, donde hoy fueron encontradas en el interior de una camioneta abandonada en una carretera.

La Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí precisó que las muertes ocurrieron "por arma de fuego" y que la Fiscalía federal "ya atrajo la investigación", como sucede en casos de delincuencia organizada.

Horas después del hallazgo en San Luis Potosí, se registraron tiroteos en el oeste de la ciudad, confirmaron a Efe fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, sin proporcionar más detalles.

En el caso de los siete asesinados anoche en Sinaloa, las autoridades informaron de que un grupo armado se presentó en una cancha de fútbol del poblado de San Blas, en el municipio de El Fuerte, y abrió fuego contra los allí reunidos.

Por las armas utilizadas y la manera de actuar, presumen que se trató de una acción perpetrada por un grupo de la delincuencia organizada.

Las nuevas acciones criminales se inscriben en una ola de violencia que vive México y que ha dejado más de 50.000 muertos desde diciembre de 2006 hasta este año, según datos oficiales, aunque el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad eleva la cifra a 70.000.

La mayoría de esas muertes están asociadas a acciones perpetradas por grupos del crimen organizado en pugnas entre sí o contra las autoridades.

El presidente de México, Felipe Calderón, se congratuló la semana pasada de un descenso de casi el 15 % de los homicidios presuntamente atribuibles a la rivalidad de bandas delictivas en el primer semestre de 2012 en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, el no gubernamental Observatorio Nacional Ciudadano para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad (ONC) consideró que el descenso no era "estadísticamente relevante" por las inconsistencias en algunos estados midiendo la violencia, si bien admitió un leve descenso.

En declaraciones a Efe, el director general del ONC, Ricardo Sepúlveda, consideró difícil saber si, a pocos meses de un cambio en el Gobierno de México, previsto para el 1 de diciembre, la violencia se recrudecerá o decaerá.

Señaló que en los meses alrededor de la jornada electoral (del 1 de julio pasado) "hubo una cierta tranquilización, no total, obviamente, pero sí una especie de tregua en este tipo de acontecimientos", un fenómeno que están estudiando.

Sobre los nuevos hechos de violencia, dijo que no tienen "ninguna razón para pensar que esto no va a seguir ocurriendo".

"Tenemos más bien el temor de que pueda ser la constante, y eso es realmente una situación muy triste, que estemos al final de este sexenio y realmente no hayamos podido, con las medidas que se han tomado, conseguir mejores y más claros resultados", agregó el activista.

Recordó que los datos que tienen sobre la reducción en denuncias de delitos, sean de homicidios o en otros, no son "cifras suficientemente contundentes para que podamos estar hablando de una tendencia sólida".

Por ello, tampoco se puede asumir que haya una "inflexión" en materia de violencia.

Sepúlveda estimó necesario analizar las causas del descenso en varios de los delitos más importante para conocer mejor lo que está pasando en el país "y lograr que las tendencias sean mucho más marcadas y permanentes".

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