Riad, 18 nov.- Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a un ciudadano sirio condenado a pena de muerte por haber introducido en el país una gran cantidad de estupefacientes prohibidos, informó en un comunicado el Ministerio de Interior saudí.
El condenado fue ajusticiado en la región de Al Yuf, en la provincia de Al Quraiat, en el norte de Arabia Saudí.
Durante el interrogatorio realizado tras la detención, el condenado reconoció las acusaciones y fue trasladado a un tribunal de primera instancia, que emitió la condena a muerte, posteriormente confirmada por el Tribunal de Apelación y el Tribunal Supremo.
El rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, emitió una orden que estipuló la aplicación de esta condena.
En el ultraconservador reino de Arabia Saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que impone castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros, dictados habitualmente por los jueces saudíes.
El asesinato, el narcotráfico, la violación, los asaltos armados y la brujería, entre otros delitos, son castigados con la pena de muerte.
Amnistía Internacional cifra en 79 a las personas que fueron ejecutadas por las autoridades saudíes en 2013, entre ellas una mujer y dos jóvenes que en el momento de cometer el delito eran menores de edad.
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