Teherán.- Las dos personas ahorcadas al amanecer de hoy estaban acusadas de haber perpetrado en 2008 un atentado terrorista en la ciudad de Shiraz, en el sur del país, en el que perdieron la vida trece personas, informó la televisión estatal por satélite PressTv.
En una información anterior, se había vinculado la ejecución de los dos reos, identificados como Mohamad Reza Ali Zamani y Arash Rahmanipour, con las protestas que desde hace siete meses sacuden Irán y han sumido al país en su peor crisis política y social desde la fundación en 1979 de la República Islámica.
PressTv afirma que ambos habían sido acusados de pertenecer al movimiento opositor en el exilio "Asociación Monárquica" y de Mohareb (enemigo de Dios), un delito que en Irán se castiga con la pena capital.
La televisión estatal, que cita un despacho de la agencia de noticias estudiantil Isna, informa, asimismo, de que un tribunal estudia la apelación de nueve personas condenadas a muerte por su participación en los disturbios postelectorales.
Los nueve fueron arrestados durante las masivas manifestaciones populares que desde hace siete meses se repiten contra la controvertida reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición reformista considera fruto de un "fraude masivo".
Todos ellos han sido acusados de conspirar para derrocar el régimen, pertenecer al grupo de oposición en el exilio Muyahidin Jalq -que Teherán considera terrorista-, y de ser enemigos de Dios, explica la fuente.
En las movilizaciones han muerto más de una treintena de personas según cifras oficiales, y cerca de ochenta según el cómputo de la oposición.
Además, alrededor de 4.000 han sido arrestadas, de las que casi un centenar -entre ellas destacados miembros de la oposición-, han sido ya condenadas a diversas penas de cárcel.
La crisis se agravó el pasado 27 de diciembre, día sagrado de Ashura, en el que al menos ocho personas perdieron la vida en cruentos enfrentamientos entre grupos de oposición y Fuerzas de Seguridad.
Se prevé que los opositores vuelvan a tratar de tomar las calles el próximo 11 de febrero, fecha en la que se conmemora el 31 aniversario de la revolución que derrocó al último sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.
En Irán rige una interpretación de la ley islámica o Sharia que condena a la pena capital a los asesinos, a los violadores, a los narcotraficantes y a aquellos que atenten contra la ley de Alá y la República Islámica.
Según las estadísticas que maneja la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza, solo por detrás de China y por delante de Arabia Saudí y Estados Unidos. EFE
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