Lo que dice el abrazo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y el ojo no ve

El abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / EFE
El abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / EFE

Un unísono "¡Ohh!" Así reaccionaron los presentes ante el empático abrazo entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez tras la firma de un preacuerdo que dará lugar al primer gobierno de coalición progresista en España. Este fue uno de los detalles más comentados del día y La Información pudo hablar con los expertos en comunicación no verbal Cristian Salomoni y Javier Torregrosa para interpretar el momento. 

Cristian Solomoni, de la Asociación de Comunicación No Verbal, detectó que el abrazo fue sincero, pero, desde el apretón de manos previo al acercamiento se pudo ver que Sánchez "dominaba el momento  e Iglesias estaba en la posición más vulnerable". Por su parte, Javier Torregrosa destacó que el apretón parece "algo forzado y que con él han querido transmitirle a los ciudadanos que se llevan bien". 

La distancia del abrazo también da pistas de la dinámica personal entre los futuros compañeros. Salomoni señaló que se produjo en un espacio "muy íntimo. El tipo de distancia que mantienen dos personas que se quieren mucho o que están a punto de pegarse. Un espacio de reconocimiento de la importancia del otro y un sentimiento de que tienen que espabilar o se los comen". Esto puede aducir a la mutua dependencia que existe entre ambos para formar ese "gobierno progresista basado en la lealtad" que anunció el líder socialista este martes. 

Durante el abrazo, el presidente de la formación morada cerró los ojos: "Esto indica intensidad y sentimiento, y evidencia que era el más contento de los dos. Es él quien ganaba más de la situación. Sánchez tuvo un comportamiento más institucional. Es el presidente". El especialista Saolomoni también apuntó que el hecho de que Iglesias pusiera su mano en la cintura de Sánchez tras el abrazo demuestra confianza y cercanía: "Nadie tocaría a una persona en esa zona si no tuviera confianza". Torregrosa agregó que Iglesias colocó su mano en los hombros del presidente en funciones y esto denota un "deseo de estar al nivel".

El analista de Noverbal hizo hincapié en las "palmaditas en la espalda" que le dio Iglesias a Sánchez durante la entrevista y declaró que "no son para nada afectuosas. Son una muestra de dominio". El experto aseguró que el líder morado demostró sentirse en "una posición inferior y necesitado de ostentar parte de ese poder con el ademán". Además, Torregrosa identificó "por las expresiones faciales de ambos" que lo más probable es que "el gesto haya estado planificado con aterioridad".

Por último, Salomoni comentó la despedida de ambos y apuntó que su saludo a los presentes  expone a un Iglesias "contento" que reparte abrazos con palmaditas en la espalda a sus compañeros y a un Pedro Sánchez "triunfante" que se despide con dos besos para seguir con sus deberes en La Moncloa. 

Mostrar comentarios