Lobo cumple dos años de mandato con logros políticos y fracasos sociales

  • El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cumplió hoy el segundo de sus cuatro años de Gobierno, reconciliado con la comunidad internacional, pero sin haber cumplido con sus compatriotas las promesas de empleo y seguridad.

Tegucigalpa, 27 ene.- El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cumplió hoy el segundo de sus cuatro años de Gobierno, reconciliado con la comunidad internacional, pero sin haber cumplido con sus compatriotas las promesas de empleo y seguridad.

A la mitad de su mandato, Lobo está complacido porque logró sacar al país del aislamiento internacional en que se vio sumido después del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya de la Presidencia, en junio de 2009.

En lo interno, el gobernante reconoce que no ha podido cumplir con el "empleo y seguridad" que le prometió a los hondureños durante su campaña política en 2009, cuando fue elegido con más de un millón de votos, liderando al conservador Partido Nacional.

En una entrevista con el Canal 10 de la televisión local, Lobo dijo hoy que en los dos años que le restan de Gobierno redoblará esfuerzos para resolver los problemas de desempleo e inseguridad del país, considerados sus asignaturas pendientes.

"Las decisiones que yo tome van a estar encaminadas a tratar de que hagamos lo mejor por Honduras y seguiré luchando por la seguridad de frente, seguiré luchando por ver cómo logramos mejores niveles de empleo para la gente", subrayó Lobo, quien asumió el poder el 27 de enero de 2010.

El desempleo afecta en Honduras a más de un millón y medio de personas de los 8,2 millones de habitantes que tiene el país centroamericano, que figura entre los más pobres de Latinoamérica.

La mayoría de los sectores reconoce a Lobo logros en política exterior, pero no en los objetivos prioritarios que se marcó durante la campaña para las elecciones de noviembre de 2009.

En 2011 Lobo logró que Zelaya retornara a su país tras un acuerdo en el que mediaron los Gobiernos de Colombia y Venezuela, lo que además propició el regreso de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA), que le había suspendido por el golpe de Estado.

En lo interno, Honduras sigue viviendo los problemas del desempleo, que se calcula afecta a cerca de un tercio de la población activa, una ola de violencia con un promedio de 20 muertes diarias, corrupción, pobreza y deficientes sistemas de salud y educación, entre otros.

El narcotráfico, el crimen organizado y la implicación de agentes y oficiales de la Policía Nacional en crímenes y otros delitos son problemas que también enfrenta el Gobierno que preside Lobo, quien en los últimos tres meses ha impulsado con apoyo del Parlamento leyes orientadas a frenar la violencia que sacude a Honduras.

Países como Colombia, Chile, España y Estados Unidos; las Naciones Unidas y la OEA, entre otros organismos, están colaborando con Lobo en su programa de reducción de la violencia, lo que algunos sectores atribuyen a que el crimen ha minado los cuerpos de seguridad, la Fiscalía General del Estado y el sistema judicial.

La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, indicó a Efe que debe haber una "depuración total de la Policía Nacional", pero que también se deben sanear el Ministerio Público por deficiencias de algunos fiscales y el sistema judicial por jueces deshonestos.

Según un sondeo de opinión, hecho por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús (ERIC) de Honduras y la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador y publicado esta semana, Lobo obtuvo, en una escala de 1 al 10, 4,6 puntos, lo que significa que fue reprobado.

En 2010 obtuvo una calificación del 5,11 puntos.

El 68,4 por ciento de los hondureños cree que Lobo ha hecho "poco o nada" para que su país supere los problemas de pobreza y económicos, entre otros, de acuerdo con el sondeo.

"Lobo nos ha defraudado porque no ha cumplido con las únicas dos promesas de su campaña" (empleo y seguridad), comentó a Efe Soraida Galindo, estudiante de Administración de Empresas.

Otra hondureña, que vende "baleadas" (tortillas de harina de trigo con fríjoles y queso rayado) a orillas de un bulevar al oriente de Tegucigalpa, soportando un inclemente sol, dijo que en 2009 votó por Lobo, pero que no ha podido obtener "un empleo con un salario fijo" para sostener a sus "cuatro hijos pequeños".

Se trata de María Inés Canales, madre soltera de 23 años, para quien "los políticos son iguales de mentirosos. Nos prometen lo mismo cada cuatro años, pero no cumplen", dijo.

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