Los "otros" del caso Sócrates: su chófer, un amigo empresario y el abogado

  • Aunque todos los focos se sitúan sobre José Sócrates, la llamada "Operación Marqués" salpica también a otras tres personas que aparecen vinculadas al ex primer ministro portugués de alguna forma: su chófer, un amigo empresario y el abogado de éste.

Oscar Tomasi

Lisboa, 26 nov.- Aunque todos los focos se sitúan sobre José Sócrates, la llamada "Operación Marqués" salpica también a otras tres personas que aparecen vinculadas al ex primer ministro portugués de alguna forma: su chófer, un amigo empresario y el abogado de éste.

Sin apenas detalles oficiales sobre cuáles son los motivos que los relacionan con el caso, las continuas filtraciones a la prensa les atribuyen una importancia capital en la trama presuntamente urdida por el que fue jefe del Gobierno luso entre 2005 y 2011, ahora sospechoso de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción.

Con Sócrates, de 57 años, como supuesto cabecilla, quien más cerca se situaba del líder era el empresario Carlos Santos Silva, un amigo personal con el que también coincidió en la universidad.

De acuerdo con lo publicado por medios lusos en los últimos días, Santos Silva ejercía de testaferro de Sócrates y de su fortuna, que algunos cifran en veinte millones de euros, y colocaba su nombre en cuentas bancarias tanto en Suiza como en Portugal, cuyos fondos realmente pertenecían al político socialista.

Santos Silva es empresario con intereses en las obras públicas y ya fue asociado a Sócrates en otros dos procesos judiciales, el de Cova da Beira -región al norte de Portugal- y en el famoso caso "Face Oculta".

El dirigente socialista ocupaba el cargo de secretario de Estado de Medio Ambiente en 1997, cuando fue concedida a una firma de la que era socio Santos Silva la construcción de una central de tratamiento de basuras en Cova da Beira.

Dos años después apareció una carta anónima en la que se aseguraba que Sócrates había recibido dinero a cambio de esta adjudicación. Aunque ni Sócrates ni el empresario fueron acusados, el caso siguió adelante y no se resolvió hasta 2013, con la absolución de los tres imputados.

De nuevo sus nombres aparecieron juntos en la investigación del escándalo "Face Oculta", una red de tráfico de influencias para obtener tratos de favor en la concesión de concursos públicos en el sector de la gestión de residuos industriales y que actuaba en la época en que Sócrates lideraba el país.

De hecho, uno de sus ministros, Armando Vara, fue detenido y recientemente encarcelado por su implicación en este caso, así como dos grandes empresarios. Tanto el ex primer ministro como Santos Silva, por el contrario, no llegaron a ser acusados.

El empresario luso, durante la época en que Sócrates ocupó la jefatura del Ejecutivo, fue administrador de firmas pertenecientes al Grupo Lena, considerado por aquel entonces una de las compañías que más creció con los socialistas en el Gobierno.

Ejemplo de ello fue su negocio en Venezuela, país con el que el ex primer ministro portugués tejió fuertes lazos.

Durante un viaje de Sócrates a Caracas para reunirse con Hugo Chávez, se desbloqueó un contrato adjudicado al Grupo Lena por valor de mil millones de euros para construir 12.500 casas prefabricadas, actualmente en ejecución.

También se especula con que fue Santos Silva el que compró personalmente varios inmuebles propiedad de la madre de José Sócrates a principios de año por más de 700.000 euros.

De los tres implicados, quien a priori guarda una relación menos estrecha con el ex dirigente es el abogado Goncalo Trindade Ferreira, socio de un despacho de Lisboa y que trabajaba en algunas empresas de Santos Silva, como la de ingeniería EFS y Proengel.

En su página corporativa, Trindade Ferreira se declara especializado en derecho sobre contratación pública, administrativo y tributario, características útiles para Carlos Santos Silva, ya que varios de sus negocios compiten habitualmente en concursos de la administración.

El último involucrado en la "Operación Marqués" es Joao Prena, chófer de Sócrates y al que medios lusos le atribuyen el rol de llevar dinero en metálico guardado en maletas por carretera desde Lisboa hasta París, donde el ex jefe del Gobierno luso residió durante una temporada tras perder las elecciones de 2011.

Con familiares trabajando para el Partido Socialista portugués (PS), fue conductor para la madre de Sócrates mientras su hijo gobernaba el país.

El juez que instruye el caso, Carlos Alexandre, decretó prisión preventiva para Sócrates, Joao Prena y Carlos Santos Silva.

Mientras que el ex primer ministro fue trasladado a una cárcel reservada a policías en el municipio de Evora, los otros dos aguardan en un centro penitenciario de Lisboa. El único en libertad provisional es el letrado Trindade Ferreira, al que el juez prohibió contactar con el resto de imputados y salir del país.

Mostrar comentarios