Los panameños no verán aún a Noriega sentarse en el banquillo de los acusados

  • Nicolás Espinosa S.

Nicolás Espinosa S.

Panamá, 9 mar.- Los panameños no podrán ver aún al exdictador Manuel Antonio Noriega sentarse en el banquillo de los acusados en su propio país, pese a que lleva encarcelado en Panamá casi tres meses tras pasar más de veinte años en prisiones de Estados Unidos y Francia.

La fecha señalada para que Noriega se viera por primera vez las caras con la Justicia panameña era el próximo martes, 13 de marzo, pero unos errores de procedimiento obligaron a suspender hasta nueva fecha la vista de este proceso que se le sigue por homicidio.

El Tribunal Superior de la provincia occidental de Chiriquí, con sede en la ciudad de David, cerca de la frontera con Costa Rica, suspendió hoy el juicio a Noriega debido a un retraso en la notificación al imputado, según confirmaron fuentes judiciales.

"Se está informando de la suspensión, que se fija hoy por edicto, porque no se ha podido notificar del auto de llamamiento a juicio" a todas las partes involucradas, señaló a Efe una fuente del tribunal que lleva el caso.

Pese a encontrarse en este país desde el pasado 11 de diciembre, fecha en que fue extraditado desde Francia, a Noriega no se le había notificado de este proceso que tiene pendiente por el homicidio de un soldado estadounidense de origen panameño cometido en 1968.

Poco después de su extradición a Panamá, el tribunal Superior de Chiriquí había fijado el pasado 22 de diciembre el juicio contra Noriega, tres meses después de que al exdictador se le formularan los cargos en ausencia en una audiencia preliminar.

Noriega, que ya ha sido juzgado en múltiples ocasiones en Panamá, pero siempre en ausencia por haber estado desde su caída del poder, en 1989, en cárceles de Estados Unidos y Francia, debe afrontar a la Justicia panameña por su responsabilidad en la desaparición y homicidio del soldado Everett Clayton Kimble Guerra, en 1968.

En ese entonces, el exdictador era el jefe del Cuartel de la provincia occidental de Chiriquí.

La fuente judicial explicó que por causa del retraso en la notificación, las partes implicadas en el juicio no iban a poder disponer de los cinco días hábiles que se les concede para cumplir con el periodo probatorio necesario para estudiar el caso.

El Tribunal Superior de Chiriquí deberá fijar ahora una nueva fecha del juicio y hacer que se notifique el proceso a las partes antes del plazo estipulado.

Según las fuentes, la nueva fecha del juicio se fijará una vez sean evacuadas una serie de solicitudes por parte de la defensa del exgeneral, incluyendo la petición de depósito hospitalario, que aún no ha sido resuelto.

En diciembre pasado, el Tribunal Superior de Chiriquí ya había negado a los abogados de Noriega un recurso de nulidad que habían presentado contra el llamamiento de su cliente a este juicio.

Por el caso de la desaparición y homicidio de Everett Clayton Kimble Guerra, un soldado de la Marina de Estados Unidos que tenía 21 años cuando desapareció, figuran también como acusados los exmilitares panameños Aristóteles García y Abundio Moreno.

García no se presentó a la audiencia preliminar, por lo que fue declarado en rebeldía, mientras que Moreno fue enjuiciado en septiembre pasado, pero aún no se le ha dictado sentencia.

El antiguo "hombre fuerte" de Panamá (1983-1989) también es acusado del homicidio, en 1969, del dirigente político chiricano Luis Antonio Quiroz Morales, un exmilitar y miembro del opositor Partido Panameñista, pero este proceso se encuentra bajo apelación.

Tras la llegada del exdictador a Panamá, la familia de Rita Wald, una joven dirigente estudiantil opositora al régimen militar desaparecida hace casi 34 años, ha pedido la reapertura de ese caso y que se procese a Noriega por dicho crimen.

Noriega también ha sido acusado penalmente por la detención ilegal, en 1989, del sacerdote español José Majadas, que finalmente fue liberado por presión de sus parroquianos de la ciudad de Chitré.

En esta demanda, las hermanas del médico guerrillero Hugo Spadafora, otra de las víctimas del exdictador, indicaron que el sacerdote fue sometido a una "crisis de terror y psicológica" por sus captores, identificados como miembros del aparato de inteligencia (G-2) de las Fuerzas de Defensa, que comandaba Noriega.

Noriega, tras su extradición desde Francia, se encuentra recluido en el centro penitenciario El Renacer, donde cumple penas que suman más de 60 años de cárcel, por delitos que van desde el homicidio y violaciones a los derechos humanos a daños ambientales.

Uno de esos casos es el asesinato de Hugo Spadafora, un médico que fue viceministro de Salud durante la dictadura militar panameña (1968-1989) y que fue decapitado en 1985 después de acusar a Noriega de estar vinculado con el narcotráfico colombiano, caso por el que el exgeneral fue condenado en ausencia en 1993 a 20 años de cárcel.

Noriega, derrocado el 20 de diciembre de 1989 por una invasión estadounidense, entre 1990 y el pasado 11 de diciembre cumplió penas por narcotráfico y lavado de dinero en EE.UU. y Francia.

El exgeneral, con 77 años y achaques de salud, fue el último dictador que sojuzgo Panamá, entre 1983 y 1989, del régimen de facto iniciado en 1968 por el general Omar Torrijos, fallecido en 1981.

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