Los patronos del G20 reclaman contra el paro un mercado laboral flexible

  • Las organizaciones patronales de los países del G20 pidieron hoy en París a los líderes políticos medidas para crear un mercado laboral "más dinámico, abierto y flexible" que permita luchar contra el paro estructural, uno de los grandes riesgos que pesan sobre la recuperación económica.

París, 21 ene.- Las organizaciones patronales de los países del G20 pidieron hoy en París a los líderes políticos medidas para crear un mercado laboral "más dinámico, abierto y flexible" que permita luchar contra el paro estructural, uno de los grandes riesgos que pesan sobre la recuperación económica.

La Coalición B20, que reúne a las organizaciones empresariales de esos países, también reclamó dispositivos para hacer frente al "déficit de mano de obra cualificada" para así "liberar el potencial económico del capital humano mundial", al término de una reunión de sus principales dirigentes en país.

Junto al desempleo estructural, otro "riesgo sistémico" que amenaza la recuperación de la actividad, a juicio de esta coalición, es la volatilidad de los tipos de cambio ante el temido efecto del fin de las medidas de estímulo monetario, según el informe de perspectivas para 2014 presentado a la prensa en la sede del Movimiento de Empresas de Francia (Medef).

También avisó de que aunque se va en la buena dirección con los ajustes de gasto público en marcha, "hay todavía un largo camino para alcanzar niveles de deuda y de déficit sostenibles en el tiempo", y los gobiernos deben respetar los objetivos que a ese respecto se marcaron en el G20 de 2010 en Toronto (Canadá).

Los patronos identificaron igualmente como amenaza "un riesgo de burbuja especulativa engendrada por un exceso de liquidez", así como la "incertidumbre" sobre la puesta en marcha de las nuevas reglamentaciones que pretenden prevenir crisis financieras como la que se desencadenó en 2007-2008.

Manifestaron su satisfacción por el "acuerdo histórico" en la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Bali en diciembre pasado porque aporta "una luz de esperanza" frente a la multiplicación de acuerdos bilaterales y regionales que pueden conducir a "una fragmentación" de las cadenas de aprovisionamiento globales.

Según sus cálculos, ese compromiso de Bali debería permitir reducir los costes comerciales un 10 %, incrementar las exportaciones mundiales en un billón de dólares y generar 21 millones de empleos.

Pero la coalición hizo hincapié en que después de ese acuerdo "es indispensable más liberalización, en particular en el terreno de las tecnologías de la información y de los servicios".

En una línea similar, se pronunció por mejorar la coordinación de las políticas a escala mundial, "en especial en el terreno de los sistemas fiscales y de la economía digital" e instó a los líderes políticos a "disminuir las medidas proteccionistas y a lograr una mayor liberalización de los intercambios comerciales".

El presidente del Medef y anfitrión del encuentro en París, Pierre Gattaz, se negó a admitir que países desarrollados como el suyo estén condenados a un crecimiento bajo que apenas genere empleo, e insistió en que "el mundo se mueve" y "hay que ir a buscar las oportunidades".

Gattaz señaló sobre todo el potencial que existe en el mundo en desarrollo, pero también gracias a la innovación y a cambios sociales como el mayor peso de personas de edad avanzada con nuevas necesidades de consumo o la transición energética.

Perrin Beatty, presidente de la Coalición B20 y de la patronal canadiense, sintetizó el mensaje de esta cita al subrayar que "con unas buenas políticas (...) podemos restablecer la fortaleza del crecimiento económico".

Entre los participantes de la cita de la coalición en la capital francesa estuvo el secretario general de la patronal española CEOE, José María Lacasa, el presidente de la brasileña CNI, Robson Braga de Andrade o Fernando Landa de la UIA argentina.

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