Los polacos velan al presidente fallecido

  • Miles de ciudadanos polacos velaron hasta bien entrada la madrugada de hoy al fallecido presidente Lech Kaczynski a las puertas del palacio presidencial, ante el que luce un creciente mar de velas y flores. El país está de luto por el trágico accidente aéreo que el sábado dejó a 96 fallecidos tras estrellarse con una espesa niebla en la localidad rusa de Smolensk. En el avión viajaban el jefe del Estado y su esposa, además de varios destacados mandatarios como el gobernador del Banco Central polaco y el jefe del Estado mayor, provocando así la que ya ha sido calificada como la peor tragedia vivida por los polacos desde la Segunda Guerra Mundial.

Agencias

Miles de ciudadanos polacos velan al fallecido presidente Lech Kaczynski a las puertas del palacio presidencial en Varsovia, ante el que luce un creciente mar de velas y flores.

Los ciudadanos podrán despedirse de manera más personal a partir de mañana, cuando se abrirá al público la capilla ardiente con los restos de Kaczynski, según ha anunciado el ministro de la Presidencia, Jacek Sasin.

Los polacos continúan acudiendo hoy de manera incesante al palacio, donde a lo largo de la jornada tendrán ocasión de despedirse de él de forma mas íntima sus familiares y colaboradores.

El funeral en honor a Kaczynski se celebrará este sábado. La hija del fallecido mandatario, Marta, ha pedido que el funeral se celebre de forma conjunta por su madre, María, que viajaba también en el avión siniestrado. Sin embargo, el cuerpo de la primera dama polaca aún no ha sido identificado y quizá no lo esté a tiempo.

El presidente de Polonia falleció el sábado al estrellarse el avión en el que viajaba con un séquito de 96 personas durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto ruso de Smolensk en una semana en la que rusos y polacos habían conmemorado juntos la matanza de militares en Katyn durante la Segunda Guerra Mundial; una masacre de la que los soviéticos en su momento culparon a los nazis, hasta que Mijail Gorbachov reconoció la autoría de su país años más tarde.

A lo largo de la pasada noche se han celebrado numerosas misas en memoria de Kaczynski, su esposa María -también fallecida en el siniestro- y el resto de las personas que les acompañaban en el fatídico vuelo.

Los ciudadanos llenaron las iglesias de Varsovia y, también, su sinagoga, mientras el presidente de la comunidad judía en Polonia, Piotr Kadlcik, recordó que Lech Kaczynski fue el primer presidente polaco que visitó un templo hebreo.

El sucesor de Lech Kaczynski como jefe de Estado -una labor más bien simbólica, aunque puede echar marcha atrás leyes del Parlamento- deberá ser elegido por exigencias constitucionales a más tardar el próximo 20 de junio y se espera que el presidente del Parlamento y presidente del Estado en funciones, el liberal Bronislaw Komorowski, anuncie en un plazo máximo de dos semanas la fecha de los comicios.

Decenas de miles de personas escoltaron este domingo el cortejo fúnebre con los restos mortales del presidente Kaczynski, a su llegada a Varsovia.

A lo largo de los diez kilómetros que separan el aeropuerto de Varsovia del palacio presidencial, se formó una gigantesca y abultada cadena humana que aplaudía al paso de la caravana fúnebre.

El cadáver de Kaczynski no pudo finalmente se repatriado junto con el de su esposa, Maria Kaczynska, fallecida también en la tragedia aérea, ya que según informó el embajador polaco en Rusia, Jerzy Bahr, sus restos mortales no se encuentran entre los que ya han sido identificados.

En el avión, que se estrelló en la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto ruso de Smolensk, iba la delegación de Kaczysnki a la ceremonia en recuerdo de los 20.000 oficiales y soldados polacos asesinados por los servicios secretos de Stalin, en Katyn (Rusia), hace setenta años.

Tras la tragedia se ha decretado en Polonia una semana de luto nacional en la que la mayoría de actividades culturales y deportivas serán canceladas.

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