No todo son parabienes en el motor económico español. Hasta el más privilegiado de los sistemas cuenta con numerosas historias de quienes no logran subirse a la rueda de la prosperidad y sufren las consecuencias por ello. Esta problemática es habitual entre los que integran las cifras del paro, que conforman el colectivo que recuerda las costuras que existen en la sociedad. En la Comunidad de Madrid, las tasas de desempleo muestran que la situación es mucho mejor que en otras regiones y que sus números están más saneados que los de la media nacional. Pero más allá de las cifras globales, la realidad es que este drama afecta exactamente a 441.630 ciudadanos de la autonomía que preside Isabel Díaz Ayuso. Una cuestión que es uno de los ejes de la campaña de las elecciones autonómicas del 4 de mayo. Porque aunque los datos digan una cosa, los candidatos son conscientes de que ese pozo existe.
La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada esta semana evidencia que la CCAA que ahora lidera el PP en solitario es la que mejor se recuperó en empleo durante el primer trimestre de 2021. La cifra de los 441.630 parados sale de los últimos datos de paro registrado del Servicio Público de Empleo Estatal, que según la EPA han descendido hasta los 429.800. Los otros datos del índice que elabora el Instituto Nacional de Estadística muestran que la tasa de desempleo madrileña es del 12,15%, más de tres puntos por debajo del 15,98% de la media estatal. Además, la ocupación creció en un 1,32%, lo que la convierte en la líder de la creación de empleo. Un panorama que puede invitar a pensar en la buena evolución en este ámbito. Algo que desmienten esos casos particulares cercanos al medio millón.
Quienes llenan esa cifra maldita son concretamente 187.414 hombres y 254.215 mujeres. Estos números ya muestran que el desempleo es un indicador más para evidenciar la desigualdad entre sexos de cara a la incorporación al mercado laboral. Las mujeres han engrosado históricamente estos índices haciendo de ello un problema estructural, como han denunciado siempre los sindicatos. Este hándicap se ha acentuado tras el año de pandemia, según fuentes sindicales consultadas por esta redacción, por lo que se puede decir abiertamente que la autonomía tiene una asignatura pendiente con el paro femenino.
El otro colectivo más golpeado, y que también integran las mujeres, es el de los jóvenes. Como señala la EPA, del total de desempleados que hay en la Comunidad de Madrid, el 40,8% tienen menos de 35 años. Este porcentaje es muy similar al de la media nacional, que también está por encima del 40%. Los que más lo sufren son aquellos que tienen entre 25 y 34 años, que son el 24% de la cifra global. Casualmente, los que por edad han terminado recientemente sus etapas formativas superiores. Tras ellos, destacan los que se mueven entre los 20 y los 24, y por último, los de entre 16 y 19 años. Por lo que la región es una de las que más padece esta lacra, que es una preocupación sobre la que Europa ha advertido en numerosas ocasiones a España.
Todas estas cifras permiten extraer varias conclusiones si se analizan en detalle. Para empezar, de los 44.630 parados, 231.319 llevan más de un año en esa situación. Por lo que el 52,4% ya empieza a ser un porcentaje preocupada para el Ejecutivo madrileño, dado que están en riesgo de cronificar su desempleo. Los más afectados vuelven a ser los jóvenes. Aunque también hay que tener en cuenta a los que tienen entre 55 y 59 años, cuya tasa de paro es del 67%. En definitiva, mujeres, jóvenes y mayores de 55 son los que integran mayoritariamente ese listado. Según sindicatos como CCOO, actualmente se está observando un alargamiento del tiempo de permanencia sin trabajar debido a una caída de las oportunidades. Lo que conlleva que crezca el paro de larga duración.
El empleo, en clave electoral
Los partidos son conscientes de que hay madrileños que llevan tiempo pasándolo mal por su imposibilidad de acceder al mercado de trabajo. Por lo que en sus programas proponen distintas medidas para arreglar esta disfunción de la actividad económica. Con la excepción de Vox, que no ofrece ninguna reforma dentro de su programa de tan solo diez propuestas. El que ofrece soluciones partiendo de la robustez del empleo en Madrid es el PP, que es quien ha gestionado la materia por haber estado al frente de la Comunidad los últimos 26 años. Los 'populares' lo definen como su "prioridad", por lo que anuncian más opciones para la formación y más colaboración con las agencias de colocación. También plantean más programas y talleres para parados de larga duración, junto a mantener los incentivos a la contratación indefinida.
Las propuestas de la izquierda que conforman PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos tienen como eje la creación de más empleos desde el punto de vista verde. Los socialistas señalan que elaborarían un Programa de empleo Verde para crear puestos "sostenibles" en tratamiento y depuración de residuos, producción de renovables o educación e información ambiental. La promesa más ambiciosa es la de crear 125.000 empleos en tres años gracias a su Plan de Recuperación. Los cuales supondrían algo más de una cuarta parte de los parados actuales. Lo que propone la candidatura de Mónica García es similar, aunque señalan a colectivos concretos. Por ejemplo, quieren estabilizar el empleo de quienes trabajan en ámbitos sanitarios y de investigación. También, quieren atraer talento científico para los hospitales de la región. Además, aseguran que diseñarán planes específicos para incorporar a las mujeres a la actividad laboral.
Unidas Podemos destaca que sus reformas irían destinadas a acabar con la precariedad laboral que, a su juicio, han provocado las políticas del PP. La principal propuesta es la de reformar el sistema de incentivos a la contratación, dejando atrás las bonificaciones para pasar a las ayudas directas que beneficien a los sectores con más dificultad para acceder a un trabajo. A esto suman la recuperación de la jornada de 35 horas para todo el sector público, junto a un plan de empleo verde para el ámbito autonómico. En Ciudadanos, prometen un análisis de las tendencias de mercado laboral para orientar mejor sus políticas activas de empleo. Junto a esta reforma, llegaría un aumento de la plantilla de orientadores para ayudar a los desempleados.
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