Se acabó la tranquilidad. El PP de Madrid ha tenido hasta ahora un 2021 marcado por un gran éxito electoral y por la fuerza de sus líderes autonómica y municipal. Una situación envidiable que afrontará próximamente un proceso que puede alterar esas buenas sensaciones. El evento será el futuro Congreso del PP de Madrid, donde se elegirá al nuevo líder regional a todos los efectos tres años después de la dimisión de Cristina Cifuentes. Una elección que puede implicar la pugna entre esos dos referentes madrileños, que son Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. Ambos se han mostrado interesados en ponerse al frente del partido. Y aunque tengan buena relación, quieren ser independientes el uno del otro para manejar el día a día 'popular'.
Por ahora, solo Ayuso ha dado los pasos para dejar claro que quiere seguir el camino de sus predecesoras y referentes, que son Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Su entorno ya ha confirmado que está preparando su candidatura. Además, ha aprobado más medidas fiscales para captar a más afiliados a su causa. Unos pasos que da tras conseguir el aval mayoritario de la ciudadanía, que le votó masivamente en las elecciones del 4 de mayo para que continuara liderando la autonomía desde la Puerta del Sol. Son esos comicios los que le dieron la fuerza que necesitaba para confirmarse como la gran alternativa dentro del PP. El único con un tirón similar es Alberto Núñez-Feijóo, que arrasa en las urnas de Galicia.
Mientras, el alcalde mantiene un perfil bajo por considerar que "no toca" hablar del congreso, según explican desde su entorno a La Información. Las fuentes consultadas por este diario señalan que Almeida lleva eso a rajatabla incluso en el día a día del ayuntamiento. "Se le ve muy prudente en todo lo que rodea el congreso y la posible competición con Ayuso. Y él es una persona que habla de todo sin problemas", explica un concejal que trata habitualmente con el primer edil. Otras fuentes señalan que Almeida no tiene previsto empezar a moverse hasta que se convoque oficialmente el proceso, tras la Convención Nacional del PP. La celebración como tal del congreso regional será durante el primer semestre de 2022.
Actualmente, Almeida está inmerso en la negociación para aprobar la ordenanza de movilidad de Madrid que sustituirá a Madrid Central. Algo que no tiene fácil, dado que Vox, el socio externo a la coalición de PP y Ciudadanos, ha anunciado que votará en contra de ese plan. En principio, el alcalde tiene asegurados los cuatro votos de los ediles de Recupera Madrid, la escisión de Más Madrid a la que se ha acusado de transfuguismo. Por lo que tiene sus esfuerzos volcados en la votación en el Pleno del consistorio del 10 de septiembre. Lo que contrasta con Ayuso, que mientras prepara sus propuestas para las bases 'populares', ya ha empezado a anunciar reformas. Como la de eliminar los impuestos propios de la autonomía.
Aupados en la crisis sanitaria
Tras el año y medio de pandemia, en el que los dos se consolidaron como líderes políticos, la que ha salido más beneficiada en los últimos meses ha sido Ayuso. Y no solo por haber logrado 65 escaños con su candidatura del 4-M. Su apuesta por convertirse en la antagonista del Gobierno central de Pedro Sánchez también le facilitó meterse en el bolsillo a parte de los ciudadanos. Lo mismo ocurrió con sus políticas en la crisis sanitaria. Su plan de restricciones 'blandas' se tradujo en que logró el apoyo de sectores potentes como la hostelería o el turismo. Algo que fue transversal a la hora de ir a votar, ya que ella misma admitió que tenía "mucho voto prestado".
Esa solidez de Ayuso es la que puede lastrar las opciones de Almeida. A pesar de ser el 'número 3' de Génova y ejercer como portavoz de los de Pablo Casado, con la exposición pública que eso conlleva, la presidenta madrileña ha sido la gran protagonista del último año. Su decisión de adelantar las elecciones, su insistencia en cargar contra las decisiones de Moncloa y el éxito electoral son los ingredientes de esa evolución. Ahora, ya está considerada como el gran activo y ha acallado las críticas de quienes no la tomaban en serio por su falta de experiencia en la gestión. Una buena salud política que ya experimentó Almeida en el 2020. En lo peor de la crisis del coronavirus llegó a ser señalado como el "alcalde de España" por sus mensajes conciliadores y sus acuerdos con la oposición.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que las relaciones entre Ayuso y Almeida son tan buenas como muestran en público. Lo que sí admiten es que los dos están midiendo mucho los pasos que dan. Sobre todo el alcalde, que evita el tema incluso en conversaciones privadas, como señalan las mismas fuentes. Por ahora, Casado no se ha decantado por uno de los dos. Su 'número 2', el secretario general, Teodoro García Egea, dijo hace unas semanas que en Madrid había "dos líderes". Una fórmula de bicefalia que le gusta al primer edil madrileño. Algo que la presidenta autonómica aún no ha valorado. La futura 'primavera madrileña' es la que determinará si su entendimiento continúa cuando uno se convierta en jefe del otro.
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