Merkel acoge una cumbre para fijar el uso de los fondos contra el desempleo

Juan Palop

Berlín, 2 jul.- La canciller alemana, Angela Merkel, acoge mañana en Berlín una cumbre de líderes europeos para determinar cómo emplear eficientemente los fondos comunitarios contra el desempleo y compartir experiencias nacionales exitosas en este ámbito.

Merkel defenderá ante los presidentes de España, Mariano Rajoy, y Francia, François Hollande, entre otros, que pese al esfuerzo conjunto, la responsabilidad en la lucha contra esta lacra debe recaer en los ejecutivos nacionales, que tienen que asignar fondos y reformar sus mercados de trabajo y sistemas educativos, explicaron hoy fuentes gubernamentales.

La cita -a la que asistirán jefes de Estado y de Gobierno, líderes europeos y los ministros de Trabajo y jefes de los servicios de empleo de Los 28- es el "siguiente escalón" tras la cumbre europea de la semana pasada y llega en el "momento adecuado" para dar "impulso político" a la solución de este "gran problema".

Cancillería tiene como objetivo principal para la cumbre lograr que los países miembros, especialmente los del sur de la Unión Europa (UE), puedan luchar "más rápido" y de forma "más eficiente" contra el desempleo juvenil.

Un asunto clave de los encuentros multilaterales a varios niveles previstos para mañana es el diseño del mecanismo a través del cual, "a partir de enero de 2014", evitando cualquier retraso, las regiones más afectadas por el paro pueden obtener "de forma efectiva" los fondos europeos previstos para combatirlo.

Estos recursos financieros, explicaron las citadas fuentes, van más allá de los 6.000 millones de euros del fondo social europeo destinados a la lucha contra el desempleo juvenil, pues también incluyen otras partidas aprobadas anteriormente, aunque no dieron una cifra global.

Sin embargo, Berlín -el primer contribuyente a los presupuestos comunitarios- dejó patente que los "medios europeos" deben ser "complemento" de los "medios nacionales", que son los que deben servir de "base" financiera a cualquier programa.

A este respecto, Cancillería asume que a lo largo del próximo otoño tendrá lugar un "intenso" debate para cerrar los detalles sobre el mecanismo de distribución de las ayudas financieras que se abre mañana.

Mientras que en otros países europeos se pone el énfasis en los recursos financieros europeos para atajar el desempleo, Berlín sigue insistiendo en que los países en crisis deben introducir "reformas estructurales" para dinamizar su mercado laboral y acercar el sistema educativo a las demandas de las empresas.

El Gobierno alemán justificó esta exigencia resaltando que el paro juvenil ya era elevado y crónico en los países del sur de Europa antes de que estallase la crisis.

Aquí la iniciativa también reside en los gobiernos nacionales, insistió Berlín, ya que son ellos quienes ostentan las competencias en materia laboral.

Las reformas deben también servir para que los sistemas educativos tengan más en cuenta las necesidades del sector privado, explicaron las fuentes gubernamentales alemanas, un ámbito en el que Alemania exhibe su sistema dual de formación profesional, basado en las prácticas en empresas.

Los jefes de los servicios de empleo y los ministros de Trabajo de Los 28 tienen previsto compartir sus experiencias exitosas tanto en materia laboral como educativa, las denominadas "best practices" en inglés.

A cada país corresponde posteriormente, remachó Cancillería, estudiar cuáles de estos "ejemplos positivos" de sus socios encajarían mejor en sus propios países y su implementación.

El Gobierno alemán rechazó asimismo que la cumbre vaya a servir para establecer "nuevas condiciones" a los países miembros que quieran recibir ayudas comunitarias, y señaló que la UE tiene ya bien definidos los requisitos precisos y los mecanismos de supervisión.

Además de varios líderes nacionales -la lista no está cerrada porque muchos de ellos aún no han confirmado su presencia-, desde Bruselas y Estrasburgo acudirán mañana a Berlín los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del Consejo, Herman Van Rompuy, y de la Eurocámara, Martin Schulz.