Ministro libanés pide juzgar a jóvenes que quemaron bandera de los yihadistas

Beirut, 30 ago.- El ministro libanés de Justicia, Achraf Rifi, instó hoy a juzgar a los jóvenes que quemaron la bandera del yihadista Estado islámico (EI), ya que, en su opinión, esa acción "atenta contra el islam".

En un comunicado publicado por su oficina de prensa, Rifi afirmó que la inscripción que figura en esa bandera ("No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta", que es la "shahada" o profesión de la fe islámica) constituye uno de los pilares de esa religión y está sacada del Corán.

"Lo que está escrito en la bandera no está relacionado con el EI y con sus acciones terroristas", agregó Rifi, quien pidió al fiscal general ante el tribunal de Casación, Samir Hammud, que enjuicie a los autores de esa profanación, que constituye "un insulto a las religiones monoteístas y puede llevar a la discordia".

Esta mañana, un grupo de jóvenes se manifestó en la plaza Sassin, en el barrio beirutí de Achrafieh, de mayoría cristiana, y quemó la bandera del EI, en protesta por la captura de soldados y policías a manos de este y otros grupos extremistas en la región de Arsal, limítrofe con Siria.

Hoy, los familiares de la veintena de efectivos del orden capturados por los yihadistas cortaron varias carreteras en el este y el norte del Líbano y exigieron a las autoridades que encuentren una solución rápida al problema.

Por otra parte, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de que la aviación siria lanzó hoy varios ataques sobre supuestas posiciones de los yihadistas en Arsal.

Ayer, nueve soldados del Ejército libanés que fueron capturados por grupos extremistas en esa zona alertaron en un vídeo de que serán decapitados en tres días, si no se libera a islamistas encarcelados en una prisión cerca de Beirut.

Los yihadistas del Estado Islámico y del Frente al Nusra se enfrentaron con el Ejército a comienzos de agosto en la localidad de Arsal y sus alrededores, donde murieron al menos 16 efectivos de las fuerzas libanesas, y después de seis días de combates se retiraron llevándose con ellos a una veintena de soldados y policías.