Núñez Feijóo: Abandonar la lucha frente a los nacionalistas no es una opción

Guadarrama (Madrid), 2 jul.- El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha advertido hoy de que abandonar la lucha ideológica frente a los nacionalistas pensando que las cosas se recompondrán por si mismas no es una opción y ha recalcado que la discusión debe seguir viva.

Núñez Feijóo ha defendido la vigencia del estado autonómico, aunque con los ajustes necesarios para actualizarlo, en el Campus FAES, donde ha impartido una conferencia sobre el fortalecimiento del Estado autonómico, dentro del curso "La Constitución territorial y el desafío secesionista".

Para el presidente gallego, la vía contra las aspiraciones nacionalistas no es el desestimiento ni decir que hagan lo que quieran, pues sería caer en la trampa de quienes defienden una enmienda a la totalidad del actual modelo autonómico.

Núñez Feijóo ha reconocido que para muchos el debate sobre la pervivencia del estado autonómico y la deriva soberanista de Cataluña resulta "reiterativo, cansino e, incluso, aburrido".

En su opinión, se ha hablado y escrito tanto sobre las "dolencias existenciales" de España, que entre amplios sectores se extiende una sensación de "hastío" ante un problema que parece "inacabable".

Pero frente a la "argucia" de quienes buscan la rendición de parte de la sociedad española mientras transmiten mensajes que vinculan bienestar con independencia, ha señalado que hay que hacer ver que las transformaciones no son inocuas y que se necesitan marcos institucionales estables, porque ser un país inestable acarrea costes que inciden en la vida de las personas.

Núñez Feijóo ha acusado a los nacionalistas de estar inmersos en una operación de demolición del estado autonómico porque ven en peligro su progresivo arraigo.

"La raíz de las disfunciones está en un nacionalismo que no soporta la normalidad ni la solidaridad", ha recalcado y, por eso, "denuncian averías que ellos mismos provocan y que hacen creer que son inherentes al estado autonómico".

En este sentido, ha insistido en que el vigente estado autonómico "no se pone en la picota por su fracaso, sino por su éxito en términos generales" y ha destacado que el mejor de sus aciertos ha sido trasladar la igualdad de los ciudadanos ante la ley.

No obstante, ha precisado que más que el comportamiento insolidario de los nacionalismos, le resulta peor el "seguidismo" de algunos partidos, y se ha referido a la "reforma irresponsable" del Estatuto de Cataluña "alentada" por "un presidente de España", en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero, que "por suerte no fructificó".

Frente a propuestas como el federalismo, ha advertido de que "decir adiós al estado de las autonomías sería suicida" y ha recalcado que "antes de improvisar", hay que aclarar lo que se quiere.

Núñez Feijóo ha propuesto en este sentido el "modelo gallego" como fuente de inspiración de la estabilidad y el fortalecimiento del estado de las autonomías, un modelo para "gestionar y gobernar correctamente los servicios públicos y de una forma más cercana".

Ha añadido que en Galicia se ha cumplido frente a la crisis "sin dejar de ser quienes somos" y sin tener que recurrir a los fondos de liquidez y de pago a proveedores.

"Ocultarse en entelequias es una opción ante un momento de crisis, pero ni garantiza la supervivencia política ni la mejora de un país", ha subrayado.

Ha advertido de que "la crisis no se resuelve a banderazos" y de que "ni Galicia ni Cataluña pueden construir su presente con materiales traídos del pasado".

"Ni Cataluña ni Galicia son lo que eran en el siglo XVIII ni los años 30 del siglo pasado, ni lo es España", ha afirmado y ha apelado a la unidad de 1978 y la Transición, que ha definido como "la historia de un éxito", para señalar que también "ahora debemos seguir juntos"

Ha insistido en que la revisión debe hacerse sobre la nación moderna construida entre todos y que entre todos hay que actualizar y ha concluido que la democracia es que gobiernen los que ganan las elecciones y que las mayorías puedan gobernar, al tiempo que ha remarcado que "gobernar no es delegar responsabilidades". EFE

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