Obama fue informado de caso que desató escándalo dirigente defenestrado China

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado en su momento de la visita en febrero de un exjefe de Policía al consulado de EE.UU. en la ciudad china de Chengdú -un caso que precipitó el mayor escándalo político en China en los últimos tiempos-, informa hoy el diario Wall Street Journal.

Washington, 21 abr.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado en su momento de la visita en febrero de un exjefe de Policía al consulado de EE.UU. en la ciudad china de Chengdú -un caso que precipitó el mayor escándalo político en China en los últimos tiempos-, informa hoy el diario Wall Street Journal.

Wang Lijun acababa de ser cesado como jefe de Policía en la ciudad de Chongqing, a cuyo frente se encontraba en esos momentos Bo Xilai, defenestrado pocas semanas después y cuya caída en desgracia, en momentos en los que el Partido Comunista Chino se prepara para la renovación de su cúpula, ha supuesto la mayor crisis política en el país desde los sucesos de Tiananmen en 1989.

Según altos funcionarios de la Casa Blanca a los que cita el diario, Obama no recibió información sobre el suceso inmediatamente tras la llegada de Wang al consulado, pero a medida que la relevancia de lo ocurrido se iba desvelando se ha mantenido al tanto de los acontecimientos.

Al parecer, durante esa visita el exjefe de Policía reveló a los funcionarios estadounidenses sus sospechas acerca de la muerte de un empresario británico, Neil Heywood, muy cercano a Bo y su familia.

El 15 de marzo, Bo fue destituido. Hasta entonces había estado considerado uno de los dirigentes chinos llamados a formar parte del Comité Permanente del Politburó, el órgano de dirección colegiada al frente del Partido Comunista, cuando el próximo octubre comience un periodo de renovación en las más altas esferas políticas del país.

Poco después las autoridades chinas indicaron que la esposa de Bo, Gu Kailai, y un empleado de éste estaban considerados sospechosos de la muerte de Heywood.

Según indica el diario, la visita de Wang al Consulado desató un intenso debate en el seno de la Administración estadounidense acerca de qué hacer con el exjefe de Policía.

Las opciones, explica, abarcaban desde concederle asilo político a entregarlo a las autoridades chinas.

Finalmente, el Departamento de Estado le ayudó a entregarse a las autoridades centrales chinas y evitar caer en manos de funcionarios locales leales a Bo, agrega el diario.

Según el alto funcionario, Obama fue recibiendo información a medida que ocurría, pero el presidente no desempeñó ningún papel directo en la decisión de qué hacer con Wang.

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