Partido Socialista abandona a Rousseff y piensa en candidato propio para 2014

  • El Partido Socialista Brasileño (PSB) abandonó hoy la coalición que respalda al Gobierno de Dilma Rousseff, con lo cual ha dado un paso decisivo para postular a su líder, Eduardo Campos, como candidato presidencial para 2014.

Brasilia, 18 sep.- El Partido Socialista Brasileño (PSB) abandonó hoy la coalición que respalda al Gobierno de Dilma Rousseff, con lo cual ha dado un paso decisivo para postular a su líder, Eduardo Campos, como candidato presidencial para 2014.

Campos, presidente del PSB y gobernador del estado nororiental de Pernambuco, se reunió durante unos 40 minutos con Rousseff y le comunicó en forma oficial la decisión del partido, que ya había anticipado a la prensa tras una reunión de la dirección nacional.

"Estamos dejando el Gobierno y entregando los cargos que ocupamos para discutir libremente sobre el futuro de Brasil", declaró Campos, quien desde hace meses se baraja como posible candidato presidencial para las elecciones de octubre de 2014, en las que se prevé que Rousseff aspirará a la reelección.

La decisión de "entregar los cargos" implicaría las dimisiones de los ministros de Integración Nacional, Fernando Bezerra, y de la Secretaría Especial de Puertos, José Leonidas Cristino, aunque aún no han sido oficializadas.

Bezerra adelantó que acatará la decisión del PSB, aunque aún no ha formalizado su renuncia, pero Cristino aún no se ha pronunciado, pues hoy se encontraba en Panamá en una visita oficial.

Campos aclaró que esa decisión no significa que el PSB pasará a engrosar las filas de la oposición y que el partido continuará "defendiendo los logros" del Gobierno de Rousseff, de los que se podría incluso valer en la campaña electoral del año próximo.

"Mostraremos que las cosas se hicieron bien, pero también que se pueden hacer mucho mejor", dijo en un evidente plan de candidato que, sin embargo, se negó a asumir en forma pública

"Estaremos libres para debatir el futuro do Brasil, e inclusive debatir la posibilidad de tener o no una candidatura propia en 2014, que es un deseo de nuestra militancia", afirmó Campos.

Además de contar con dos ministros, el PSB tiene 27 de los 513 diputados y 4 de los 81 senadores, con lo cual la decisión de abandonar el Gobierno supondrá una baja importante en las filas de la base parlamentaria oficialista.

El jefe del grupo del PSB en la Cámara de Diputados, Beto Albuquerque, subrayó que los legisladores de ese partido acatarán la postura "independiente" aprobada hoy, pero indicó que hay un claro "divorcio" entre esa formación y el Gobierno.

En esa línea, Albuquerque subrayó que el PSB ya no responderá en forma directa a "los deseos y designios" de Rousseff y del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la mandataria.

"Divorcio siempre es divorcio, sea amigable o no", apuntó el parlamentario, quien incluso "invitó" al PT a dejar los cargos que ocupa en los gobiernos regionales de los estados de Amapá, Ceará, Espíritu Santo, Paraiba y Pernambuco, que están en manos del PSB.

"Si el PSB entrega sus cargos, el PT debería hacer lo mismo", sostuvo.

Sin embargo, ese paso hacia una ruptura más hostil fue matizado por el propio Campos, quien dijo que, al margen de la opinión de Albuquerque, la decisión de continuar o no junto al PT en esos estados quedará en manos de los gobernadores del PSB.

Según recientes encuestas, Campos cuenta con una intención de voto para las presidenciales de 2014 que no pasa del 6 por ciento, frente al 35 por ciento que ostenta Rousseff y el 26 por ciento que tiene la ecologista Marina Silva.

Sin embargo, en medios políticos se conjetura que Campos pudiera buscar una alianza con el senador Aecio Neves, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y también posible aspirante a la presidencia, quien en los mismos sondeos tiene en torno al 12 por ciento de apoyo.

Campos y Neves han tenido reuniones en las últimas semanas y, según consideran algunos analistas, uno de ellos pudiera renunciar a su candidatura en favor del otro, unir en la misma fórmula al PSB y al PSDB e intentar desalojar al PT de la Presidencia, a la que llegó en 2003 con Luiz Inácio Lula da Silva.

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