Podemos demuestra su fuerza territorial pese a no tener aún candidatos para las autonómicas

El acelerado proceso de construcción de Podemos se marca en un calendario con varias fechas concretas. Elegido ya el proyecto que regirá el futuro de la formación, en un proceso en el que los documentos organizativos, políticos y éticos del equipo de Pablo Iglesias obtuvieron el respaldo mayoritario del 80'7% de votantes en la Asamblea Ciudadana, queda ahora el reto todavía ingente de colocar los nombres en la estructura del partido emergente. Un esqueleto que contará con un secretario general y 17 secretarios autonómicos, miembros natos del Consejo Ciudadano, del que además formarán parte otros 63 integrantes elegidos directamente por la Asamblea Ciudadana.

En el debate de caras que ahora empieza-hoy precisamente se abre el plazo para presentar candidaturas- no hay apenas dudas de que será Iglesias el que opte a esa secretaría general, arropado por su equipo directo, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Carolina Bescansa. La dirección oficial se conocerá el 15 de noviembre.

Entonces, quedará medio año para el mayo electoral. Iglesias ha reiterado por activa y pasiva que la participación en los comicios municipales se hará en confluencia con otras fuerzas en candidaturas "de unidad popular", del tipo de la iniciativa municipalista Ganemos, que germina en algunas capitales de provincia. Sin embargo, el eurodiputado considera que la verdadera prueba para serán las autonómicas, consideradas un ensayo anticipado de lo que pueda pasar en unas generales.

En ese escenario, Podemos debe afrontar aún un reto poderoso: consolidar su músculo territorial y determinar las listas que competirán en las distintas regiones. Esta hoja de ruta, que comenzará una vez elegida la "dirección central", culminará, según lo previsto, a comienzos de febrero.

Sin embargo, aún sin disponer de estructura ni líderes autonómicos, la formación da evidencias ya de su fuerza territorial. Así lo corrobora el último sondeo de previsión de voto en autonómicas, el del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, hoy conocido, según el cual, Podemos irrumpiría como quinta fuerza en el Parlament, con entre diez y once diputados, pisando los talones a las dos fuerzas hoy mayoritarias de ámbito nacional, que sufrirían sendos descalabros.

El PP se dejaría hasta 8 diputados y obtendría entre 11 y 14 escaños (hoy tiene 19) y el PSC podría perder hasta 6, quedándose con entre 14 a 16 representantes, de los 20 con que cuenta ahora. La formación de Iglesias supera ya con amplitud en previsión de voto en Cataluña a fuerzas que desde hace años disputan el arco parlamentario catalán, como ICV-EUiA, CUP o Ciutadans, todas ellas empatadas con entre 8 y 9 diputados. El auge de Podemos pasa factura especialmente a ICV-EUiA, que perdería hasta cinco de sus diputados actuales, mientras que Ciutadans no conseguiría aumentar su representación actual. La fuerza mayoritaria seríe ERC, con 38-39 escaños (hoy tienen 21).

La fuerza territorial de Podemos se pone también de manifiesto en la previsión de resultados en Cataluña en el caso de unas elecciones generales. En este caso, la formación de Iglesias disputaría con el PSC la tercera plaza, empatados con 8 diputados, mientras que el PPC pasaría de los 11 actuales a un máximo de seis escaños.

La situación no deja de resultar llamativa si tenemos en cuenta que, a día de hoy, ni siquiera existe Podemos Catalunya. Sí existen distintos círculos en varias ciudades, como el potente Podemos Barcelona, que se ha significado entre los más críticos con el modelo propuesto por Iglesias-de hecho, algunos de sus miembros se incorporaron a la vía alternativa de Pablo Echenique. Pero aún no se cuenta con ninguna estructura definida. Ni mucho menos con un rostro claro que represente el liderazgo en la comunidad.

En cambio, al "núcleo duro" de Podemos no le caben dudas de que Cataluña tiene un enorme interés estratégico, y de que es posible que la maquinaria allí tenga que acelerarse, habida cuenta de que se trabaja con la posibilidad de un adelanto electoral. Esta urgencia, que pasa por definir listas, articular una estructura regional, definir un programa, la trasladan también desde los distintos círculos catalanes, que el próximo 2 de noviembre celebrarán una asamblea en Rubí.

Será más bien una asamblea de debate, ya que las decisiones que se puedan tomar serán nulas. Éstas habrán de estar sujetas a la estrategia que se traslade desde la dirección y a la formación del correspondiente Consejo Ciudadano de Podemos Catalunya, el máximo órgano de representación a nivel territorial. Tampoco se conoce aún cómo será el proceso de elaboración de las listas autonómicas, aunque desde los círculos más críticos desean que se haga por medio de candidaturas individuales y no listas "en bloque", lo que dejaría una menor injerencia al equipo de Iglesias.

La situación en Catalunya se reproduce en términos similares en otras autonomías. La Comunidad Valenciana, bastión del PP desde hace 15 años, podría verse también arrasado por el huracán Podemos. Así lo anticipa la encuesta de Metrocopia para El País, publicada a principios de mes, y que dibuja una estrepitosa caída del PP- perdería 23 escaños en las Corts, y, aunque seguiría siendo la fuerza más votada, estaría a 18 de la mayoría absoluta- y una poderosa entrada de Podemos. La formación de Iglesias irrumpiría como tercera fuerza política en las Corts, con 17 escaños y el 15'3 por ciento de los votos, por detrás del PSPV, con 29 escaños. También aquí, superaría a otras fuerzas clásicas en la comunidad, como Compromís-que se quedaría con 14, a pesar de aumentar seis- o EUPV, que obtendría 7 desde los 5 que tiene en la actualidad. Y, tampoco en este caso, el partido cuenta aún con candidato.

En la Asamblea madrileña, el partido liderado por Pablo Iglesias ya sería el segundo más votado, según la encuesta de GAD3 para el diario ABC, con un 17'5% de los votos (25 escaños), superando al PSOE, con un 16'4% (24 diputados). El PP, con un 41'8% de los votos, no lograría la mayoría absoluta.