Tras casi medio mes desaparecido, el que fuera presidente de la Generalitat de Catalunya durante 23 años, Jordi Pujol, se ha dejado ver hoy en la localidad gerundense de Queralbs, donde tiene una residencia de vacaciones, propiedad de la familia de su mujer, Marta Ferrusola. Queralbs es un pequeño municipio de poco más de 200 habitantes limítrofe con la Cerdeña y muy cercano a las localidades francesas dónde sus hijos tienen segundas residencias.
El líder nacionalista ha permanecido oculto desde que el pasado 25 de julio confesó que su familia disponía de unas cuentas sin regularizar en el extranjero y que hasta ese momento no había podido regularizar, pese a que las citadas cuentas se abrieron hace más de 34 años.
Por la mañana, al expolítico catalán se le pudo ver salir de su residencia para acudir a un céntrico café de Queralbs, donde fue saludado por conocidos de esta pequeña localidad del Pirineo de Girona. Las cámaras de la cadena de televisión Cuatro pudieron captar como Pujol, cuando regresaba a su casa, estuvo a punto de caer tras tropezar con un escalón, momento en el que se le oye decir:"Sólo me faltaba esto".
Cuatro obtuvo a mediodía unas breves declaraciones de Pujol, en las que aseguraba que se encontraba "bien".
Por la tarde, poco antes de las 18 horas, el expresidente volvió a aparacer para atender a los informadores que llevaban todo el día haciendo guardia a la puerta de su residencia.
Junto a un escolta, Pujol, con buen aspecto, pero bastante nervioso y menos hablador que en otras ocasiones, aseguró a los periodistas que estaba "a disposición de toda instancia jurídica o tributaria que me quiera llamar".La aclaración de Pujol
En referencia a su confesión del pasado 25 de julio, aseguró que le pareció que era bueno hacer una aclaración, al tiempo que se ha mostrado reticente a dar cualquier más detalle sobre su fortuna en el extranjero, un asunto por el que preguntaron los medios.Pujol ha insistido en que todo lo que tenía que decir estaba en el comunicado. Con respecto a los escándalos que afectan a sus hijos, en especial a su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, indicó que "si se tiene que plantear seriamente, ya se planteará; no a través de informaciones".Pujol, presidente de la Generalitat durante 23 años, admitió que lee poco estos días. "No sé si lo sé todo", ha dicho, en referencia a lo publicado."No es una situación agradable", insistió, para reconocer que con su retiro al pequeño municipio gerundense lo que pretendía era buscar tranquilidad.
En cuanto a su comparecencia en el Parlamento catalán para dar explicaciones sobre su presunta fortuna, su dinero en paraísos fiscales y el dinero oculto en Andorra, Pujol aseguró que "ya se verá".
Pese a la insistencia del periodista que le ha abordado, el expresidente de Cataluña, que se encuentra acompañado por Marta Ferrusola, ha reiterado su intención de no realizar declaración alguna después de la confesión que llevó a cabo sobre su patrimonio personal oculto fuera de España.
La ubicación de Jordi Pujol desde aquella confesión ha generado que aparecieran en los medios diferentes lugares en los que se sospechaba que el expresidente catalán se había refugiado intentando permanecer lejos de la presión mediática.
Así, las casas de sus hijos en La Tour de Carol en Francia o Bolvir de Cerdanya han sido algunos de esos emplazamientos en los que se situó a Pujol en los pasados días, aunque la residencia habitual de verano de Queralbs ha sido la primera en la que Jordi Pujol ha finalizado su reclusión y se ha dejado ver en la calle.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios