Siete años de cárcel para el ex presidente israelí Katsav por violación

El ex presidente israelí Moshe Katsav ha sido condenado a siete años de prisión por violación, en un caso que ha supuesto la deshonra del cargo más importante del país, al tiempo que envió un mensaje de firmeza a una opinión pública fascinada con el escándalo, de que nadie está por encima de la ley.

Katsav ha negado los cargos de que violó en dos ocasiones a una ayudante cuando era ministro a finales de los años 90, y que acosó sexualmente a otras dos mujeres que trabajaron para él durante los siete años que fue presidente, entre 2000 y 2007.

Sin embargo, en lo que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha calificado de "un día triste para Israel y sus habitantes", el panel de tres jueces que le condenó en diciembre ha afirmado que su declaración estuvo "llena de mentiras".

"Cuando una mujer dice no, quiere decir no", señala la sentencia.

Katsav, de 65 años, ha sido condenado también por obstrucción de la justicia, tras intentar hablar con una de las demandantes sobre su declaración a la policía. Netanyahu dijo entonces que el veredicto demostró que "todos somos iguales ante la ley".

Katsav afrontaba la posibilidad de ser sentenciado hasta con dieciséis años en cárcel (condena máxima por violación en Israel) y la Fiscalía había pedido un castigo ejemplar por los delitos de los que había sido declarado culpable en diciembre a la espera de conocer hoy la pena.

Quien fuera jefe de Estado entre 2000 y 2007 también ha sido condenado a dos años de libertad condicional y a pagar 100.000 shekels (unos 20.000 euros o 28.300 dólares) a una de las mujeres que violó.

Uno de los tres jueces presentó un voto distinto al estimar que la pena debería reducirse a cuatro años.Katsav ingresará en prisión elpróximo 8 de mayo.

Terremoto político

Aunque el escándalo provocó la retirada anticipada de Katsav y su caída en desgracia, ha tenido pocas consecuencias prácticas en la política de estado, ya que la presidencia es un cargo básicamente ceremonial.

Las acusaciones contra Katsav - nacido en Irán y cuya carrera sirvió de ejemplo a muchos inmigrantes judíos pobres de Oriente Próximo y el norte de África - causaron una gran conmoción en Israel, cuya élite política ha sido casi siempre de origen europeo. Un diario ha calificado la sentencia de "terremoto", mientras que los grupos de defensa de los derechos de la mujer la alabaron, lamentando la actitud laxa que hay en muchos puestos de trabajo ante el acoso sexual.

Katsav ha afirmado ser víctima de una extorsión y una "caza de brujas" con motivaciones étnicas.

Tras ser elegido presidente por el parlamento en 2000 después de ganar inesperadamente a Shimon Peres, el Premio Nobel de la Paz le ha sucedido en el cargo. Peres ha devuelto la dignidad a la presidencia, según los observadores.

El caso de Katsav llegó en un momento de escándalos de corrupción del ex primer ministro Ehud Olmert, que provocaron su caída.