París, 8 dic.- Los socialistas y conservadores franceses se enfrentan hoy en el Senado del país por la proposición de ley de los primeros para autorizar el voto a los extranjeros no comunitarios en las elecciones locales.
Aunque la ley tiene pocas opciones de salir adelante, porque los conservadores tienen una amplia mayoría en la Asamblea Nacional, que tiene la última palabra, el duelo tiene un alto contenido simbólico a cinco meses de las presidenciales que vivirá Francia la próxima primavera.
Será el primer gran asunto que se debata en la Cámara alta gala desde que la izquierda tiene mayoría en la misma.
De hecho, la propuesta ya había sido adoptada por la Asamblea Nacional en 2000, cuando la izquierda era mayoritaria en esa cámara, pero el Gobierno del socialista Lionel Jospin evitó llevarla al Senado porque no tenía mayoría.
El cambio de mayorías -ahora los conservadores controlan la de diputados y la izquierda la de senadores- ha rescatado la iniciativa.
Pero los conservadores siguen opuestos a la medida, como demuestra que sea el primer ministro, François Fillon, quien acuda al Senado para defender la postura contraria del Gobierno.
Los conservadores acusan a los socialistas de haber llevado este asunto al Senado en un periodo preelectoral con el objetivo de sacar partido en las urnas.
La oposición, por su parte, piensa que la derecha espera con su oposición al texto lograr apoyos procedentes de los tradicionales votantes del ultranacionalista Frente Nacional.
De hecho, encabezados por su presidenta y candidata, Marine Le Pen, los simpatizantes de esa formación se han concentrado ante el Senado para marcar su desacuerdo con la ley.
En paralelo, organizaciones de defensa de los extranjeros han convocado otra manifestación para apoyar el texto.
"Queremos devolver su dignidad a los extranjeros no comunitarios que viven con nosotros mediante su derecho al voto. Es una cuestión de justicia", señaló el portavoz socialista en el Senado, François Rebsamen.
La oposición recuerda que el presidente, Nicolas Sarkozy, defendió el voto de los extranjeros en las presidenciales de 2007, pese a que recientemente se ha declarado contrario a la propuesta.
Los extranjeros comunitarios tienen derecho a voto en las elecciones locales desde 1998.
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