Soraya Sáenz de Santamaría, el reto de coordinar y saber comunicar

  • Marco Leal.

Marco Leal.

Madrid, 21 dic.- El reto al que se enfrenta Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta primera, ministra de la Presidencia y portavoz no es pequeño, ya que en sus manos estará la coordinación de todos los ministerios, la preparación de los Consejos de ministros, las relaciones con las Cortes y la comunicación.

De esta manera, el ya presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recupera en una sola persona estas tres responsabilidades, que quedaron disgregadas cuando María Teresa Fernández de la Vega fue cesada en octubre de 2010 por José Luis Rodríguez Zapatero.

A Sáenz de Santamaría no le falta experiencia en algunas de las responsabilidades que tiene que afrontar en adelante, puesto que en los últimos cuatro años ha ejercido como portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso, con todo lo que esta tarea ha supuesto.

Lo que ahora le espera a una de las más fieles colaboradoras de Rajoy es la coordinación de trece ministerios -dos menos que en el último Ejecutivo socialista- y ver qué nuevas estructuras se crearán derivadas de la reducción de departamentos, pero teniendo presente en todo momento que se impone el ahorro administrativo.

De esta manera, evitar duplicidades y aprovechar sinergias será el objetivo de Sáenz de Santamaría al establecer los nexos en el nuevo organigrama ministerial.

Ha sido la cara y la voz del PP en el Congreso durante la última legislatura y ahora tiene por delante la difícil tarea de buscar el equilibrio entre la total transparencia y la responsabilidad del nuevo cargo.

La titular de Presidencia es también la encargada de las relaciones con las Cortes, un papel que ejercerá en un escenario totalmente favorable, dada la mayoría arrolladora del PP en ambas Cámaras.

No obstante, Mariano Rajoy ha dejado clara su intención de dialogar con todos los grupos para buscar acuerdos, fundamentalmente en este contexto tan adverso como es la crisis económica.

Una de las herencias más peliagudas que le ha dejado el Gobierno socialista a la benjamina del nuevo Ejecutivo es resolver el futuro del Valle de los Caídos, incluido en la Ley de Memoria Histórica.

Su antecesor en Presidencia, Ramón Jáuregui, encargó un informe a expertos sobre qué hacer con los cuerpos allí enterrados y que, en resumen, aboga por hacer de este enclave un lugar de reconciliación pero, sobre todo, por exhumar los restos del dictador Francisco Franco para trasladarlos a otro lugar.

Cuando se conoció el informe, Jáuregui pidió a Rajoy que no lo echara en saco roto, pero, en cualquier caso, nada se podrá hacer sin el consentimiento de la Iglesia, ya que los restos del caudillo se encuentran en la Basílica, que es inviolable sin esa autorización.

Así las cosas, el actual Ejecutivo tendrá que negociar con el abad de la Basílica y las autoridades eclesiásticas, además de hablar con la familia de Franco, aunque su opinión -en principio mantener los restos en el mismo lugar- no es vinculante.

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