Tropas internacionales estarán en Mali unas semanas después de la resolución

  • La Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) desplegará a los 3.300 soldados previstos para la intervención en Mali unas semanas después de la resolución de la ONU que se espera este mismo mes, señaló el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.

París, 4 dic.- La Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) desplegará a los 3.300 soldados previstos para la intervención en Mali unas semanas después de la resolución de la ONU que se espera este mismo mes, señaló el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.

Ouattara, que es actualmente el presidente de la CEDEAO, explicó en una entrevista publicada hoy por el periódico francés "Les Echos" que "esperamos la luz verde de Naciones Unidas para enviar" a los militares y que una vez adoptada la resolución "las tropas se desplegarán en las semanas siguientes".

El jefe del Estado marfileño, que hoy es recibido en el Elíseo por su homólogo francés, insistió en que en la resolución de la crisis del norte de Mali, controlado por grupos vinculados a Al Qaeda, "estamos en perfecta sinergia con el presidente (François) Hollande".

Ouattara, que busca en París convencer a los inversores de volver a su país tras la crisis política de 2010-2011, destacó que su economía crecerá este año al 8,6 %, y que el ritmo de subida será "pronto" de dos dígitos.

Afirmó que la tasa de inversión, que fue únicamente el 3 % del Producto Interior Bruto (PIB) de 2000 a 2010, se va a triplicar para alcanzar el 9 % en 2015 y "en 2020 seremos un país emergente".

Explicó que la deuda pública se ha reducido al 18 % del PIB, gracias en particular a Francia y que se ha reducido la fiscalidad que grava el sector del cacao del 22 % al 18 % "para que el sector privado pueda ajustarse a los nuevos mecanismos".

Sobre la situación política, indicó que como cuando llegó a la presidencia en abril de 2011, tras la operación militar -respaldada por Francia- que apartó del poder a su predecesor, Laurent Gbagbo, heredó "un país en guerra", ha habido que "reestructurar, desarmar y reinsertar a los antiguos milicianos".

Puso el acento en que pese a los repuntes de violencia entre agosto y octubre pasados, la situación "se ha controlado bien", y reiteró su mensaje a los que apoyaron a Gbagbode que Costa de Marfil es "un Estado de derecho y hay que detener la violencia".

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