Tsipras trabaja para formar gobierno, que aplicará nuevas reformas en Grecia

  • Fortalecido por su rotunda victoria electoral el domingo, Alexis Tsipras trabajaba este lunes en la formación de un gobierno griego de coalición, que deberá aplicar las reformas económicas exigidas por los acreedores a cambio de más financiación.

El primer ministro electo, líder del partido izquierdista Syriza, recibirá este lunes a las 15H00 GMT de manos del presidente de la República el mandato de formar un gabinete. Poco después se espera que jure el cargo.

El gobierno, en proceso de formarse, se anunciará "a más tardar" el miércoles por la mañana, anunció a la prensa Panos Kammenos, líder de Griegos Independientes (derecha soberanista), que repetirá coalición con Syriza.

La formación de Tsipras y la de Kammenos tendrán una mayoría de 155 diputados en el Parlamento, sobre un total de 300.

En una carta de felicitación, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instó a Tsipras a promover la "rápida aplicación de las reformas" exigidas a cambio del nuevo rescate del país, para que se restaure la confianza en la economía griega.

Igualmente, le pidió de forma urgente una "gestión funcional de la crisis de los refugiados", en un país que es una de las principales puertas de entrada de inmigrantes en Europa. "Tenemos por delante mucho trabajo, y no hay tiempo que perder", insistió Juncker.

Alemania se mostró igualmente dispuesta a trabajar "estrechamente" con el próximo gobierno griego en la cuestión migratoria, así como en la crisis de la deuda.

Tsipras reeditó el domingo la victoria del 25 de enero, con un 35,46% de los votos, según resultados definitivos publicados este lunes. Su principal rival, Nueva Democracia, liderada por Evangelos Meimarakis, se quedó a más de siete puntos (28,10%).

Los neonazis de Amanecer Dorado se mantuvieron como la tercera fuerza del país, con el 6,99% de los votos y 18 escaños, uno más que en la cámara saliente. Y la abstención (43,43%) fue la más alta en Grecia desde el restablecimiento de la democracia en 1974.

Además de consolidar a su formación, Tsipras ha logrado deshacerse de los disidentes internos opuestos al tercer rescate internacional y sus condiciones. Con su nuevo partido, Unidad Popular, estos no alcanzaron el 3% necesario para entrar en el Parlamento.

El próximo primer ministro ha logrado convencer al grueso de sus electores de que hizo lo mejor para el país al aceptar el 13 de julio el tercer rescate internacional de Grecia, cuando el peligro de una salida de la zona euro era muy real.

Ahora deberá demostrar que es capaz de aplicar las subidas de impuestos y las reformas estructurales pedidas (recortes en el sistema de pensiones, liberalización de ciertos sectores, privatizaciones) protegiendo a las clases sociales más vulnerables.

Para Tsipras, cumplir con esa gran promesa de campaña se anuncia como un ejercicio de malabarismo.

Máxime cuando los acreedores del país examinarán con lupa esas reformas en una primera revisión a fines de octubre, de la que dependerá la entrega de unos 3.000 millones de euros, fundamentales para mantener a flote las finanzas públicas del país.

El total del programa de rescate asciende a unos 86.000 millones de euros, y está previsto a lo largo de tres años.

Grecia ya recibió 23.000 millones de euros. De ese total, diez mil millones fueron lado depositados en una cuenta especial, destinada a la recapitalización de los bancos, debilitados por el miedo a una salida del euro en la primera mitad del año.

Confiadas en que el próximo ejecutivo de Atenas aplique las condiciones del tercer rescate, las bolsas europeas subían moderadamente la tarde de este lunes.

Hacia las 13H15 GMT, Londres ganaba 0,54%, París 1,07%, Fráncfort 0,13%, Madrid 0,08% y Milán 0,91%. Atenas en cambio perdía 1,17%.

Según varios analistas, el factor clave a partir de ahora será la estabilidad del nuevo gobierno, en un país que ha conocido cinco elecciones desde el inicio de la crisis de la deuda en 2010.

Para Mujtaba Rahman, jefe para Europa de la asesoría Eurasia Group, citado por Bloomberg, "la estabilidad económica y política depende del éxito de la primera evaluación del programa" en octubre.

Aparte de las reformas estructurales y las subidas de impuestos, la otra gran cuestión del programa es la reducción de la deuda pública griega, que sigue por encima del 170% del PIB y se considera inviable.

Tsipras ha prometido pelear duro para obtener una reducción, y el Fondo Monetario Internacional ha puesto a los europeos la cuestión del alivio de la deuda griega como condición para participar en el nuevo rescate.

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