Turquía lanza ayuda humanitaria a los yezidíes atrapados en el norte de Irak

Estambul, 7 ago.- Turquía lleva a cabo el lanzamiento de paquetes de ayuda humanitaria desde helicópteros a los desplazados yezidíes en el norte de Irak, informó hoy el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.

La iniciativa es una medida de urgencia ante la "tragedia humanitaria" que vive la comunidad yezidí - seguidores de una antigua religión monoteísta - de Sinyan, un pueblo en el extremo noroeste de Irak recientemente tomado por el yihadista Estado Islámico (EI).

"Estábamos intentando garantizar la seguridad de los turcomanos (en la misma región de Mosul) y seguimos enviándoles ayuda humanitaria, cuando ha empezado esta enorme tragedia humanitaria de los yezidíes", explicó Davutoglu, en declaraciones recogidas por la agencia Anadolu.

"Los yezidíes se han refugiado en las faldas de los montes de Sincar. Por ahora, Turquía es el único país que mantiene una operación humanitaria en Irak", detalló el ministro.

Recordó que Ankara está estableciendo un campamento para turcomanos desplazados de Mosul, con capacidad para 20.000 personas, cerca de Dohuk, en el Kurdistán iraquí, y que ha enviado más de cien camiones con ayuda de emergencia a la zona.

Davutoglu rechazó rotundamente que Turquía respaldase al Estado Islámico, una acusación frecuente de la oposición turca, que acusa al Gobierno de abrirle su territorio y facilitar el flujo de armas para debilitar a los kurdos de siria, acérrimos enemigos de la guerrilla islamista.

"Quien dice eso o es ciego o no tiene conciencia. Quien lo dice en Turquía es un traidor", afirmó el ministro.

El EI mantiene secuestrados desde el 11 de junio a 49 diplomáticos turcos, entre ellos el cónsul turco en Mosul, y Ankara ha señalado reiteradamente que hace esfuerzos por liberarlos mediante negociaciones.

Una orden judicial turca prohíbe a la prensa informar sobre este asunto.

Los combatientes del EI tomaron hoy el control de zonas de mayoría cristiana ubicadas en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, después de que en los últimos días controlaran otras como Sinyar, lo que ya entonces causó la huida de unas 200.000 personas, en su mayoría yezidíes.