Bruselas, 3 abr.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y África fijaron hoy sus compromisos para los próximos cuatro años en materia de inmigración, paz y seguridad en el continente africano y desarrollo económico, y confirmaron la estrategia conjunta que firmaron en la cumbre de Lisboa de 2007.
"Es la primera vez que acogemos una conferencia de esta envergadura", aseguró al término del encuentro el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien subrayó que la fuerte representación de los países de ambos continentes pone de manifiesto la importancia que otorgan a la paz, la prosperidad y las personas.
Los 28 Estados miembros de la UE estuvieron presentes en la cita, y 22 de ellos enviaron a sus presidentes o primeros ministros, entre los que figuraron los presidentes del Gobierno español, Mariano Rajoy, así como el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller de Alemania, Angela Merkel.
Por parte africana tuvieron representación a distintos niveles 54 países, entre los que destacó la presencia del presidente de la Unión Africana (UE) y de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, o los de Nigeria, Goodluck Jonathan, y Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.
Los líderes europeos y africanos aprobaron tres documentos al término de su cita de dos días: un plan de acción contra la inmigración irregular y el tráfico de seres humanos, una hoja de ruta que fija las prioridades de su cooperación de aquí a 2017 y una declaración conjunta en la que repasan las cuestiones de mayor interés común.
"Estamos seriamente preocupados por el serio impacto social y humano de la inmigración irregular y la pérdida de vidas que ocasiona", aseguraron en su declaración conjunta sobre inmigración y movilidad.
"Estamos más comprometidos que nunca a emprender acciones para evitar tales tragedias en el futuro", añadieron.
El plan de acción sobre inmigración se centra en cuestiones como la necesidad de combatir el tráfico de seres humanos, que consideran "una forma moderna de esclavitud", prevenir este fenómeno y desmantelar y perseguir a las mafias que se aprovechan de los inmigrantes tanto en Europa como en África.
Para luchar contra la inmigración irregular, los líderes quieren dirigirse a la raíz del problema y trabajar conjuntamente en materia de prevención, refuerzo de gestión de fronteras, y mejora de las políticas de retorno y readmisión.
"Nos comprometemos a reforzar el nexo entre la migración y el desarrollo", afirman en su declaración, en la que mencionan medidas específicas como reducir el coste de los envíos de remesas de los inmigrantes a sus países de origen o consolidar el Instituto Africano de Remesas.
El refuerzo de la migración regular y la movilidad entre ambos continentes es también parte de la solución que plantean, así como el establecimiento de instrumentos internacionales y regionales de protección de refugiados, demandantes de asilo y personas desplazadas.
"Recordamos que el respeto a los derechos humanos fundamentales de los inmigrantes, sin importar su estatus legal, constituye una cuestión transversal de nuestra cooperación", añaden.
La UE y África reconocen asimismo la necesidad de cooperar con los países de origen, tránsito y destino y promover el papel de los inmigrantes como "agentes de innovación y desarrollo".
"Los jóvenes que vienen a Europa no quieren volver, otros mueren intentando llegar a Europa. Si concentramos e invertimos en nuestros jóvenes, no llegarán por Lampedusa (Italia), sino por aeropuertos y serán bienvenidos", afirmó en rueda de prensa la presidenta de la comisión de la UA, Clarice Dlamini Zuma.
Ambas partes se comprometieron a reforzar su cooperación en cuestiones como la educación y la innovación, para lo que se facilitará la participación de estudiantes africanos en programas europeos como el Eramus+ con 350 millones de euros y se abrirán centros de formación en África.
Los líderes también fijaron otras prioridades como base de su cooperación hasta 2017, entre las que figuran la paz y la seguridad, la democracia, la buena gobernanza y los derechos humanos, el desarrollo humano, el desarrollo sostenible e inclusivo y el crecimiento y la integración continental.
En materia de paz y seguridad, la UE se comprometió a elevar casi al doble, hasta los 800 millones de euros entre 2014 y 2016, su apoyo financiero a África a través del mecanismo africano para la paz (African Peace Facility), dirigido a prevenir conflictos y estabilizar la situación una vez ocurren.
Zuma, agradeció este apoyo y dijo: "Seguimos comprometidos con el objetivo de acallar todas las armas de aquí a 2020".
En materia económica, se comprometieron a fomentar la inversión privada, mejorar las infraestructuras e impulsar la integración continental con vistas a crear un mercado africano sin aranceles.
La UE aseguró que apoyará el avance de los países africanos hacia la Organización Mundial del Comercio (OMC), y se comprometió a colaborar más de cerca en sectores como el transporte, la energía y la agricultura.
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