Un manifestante suní se quema a lo bonzo en Irak en protesta contra Gobierno

  • Un joven iraquí de 24 años resultó hoy gravemente herido tras quemarse a lo bonzo en la provincia septentrional de Nínive en protesta por lo que considera el incumplimiento del Gobierno iraquí de las demandas de los manifestantes suníes.

Bagdad, 20 ene.- Un joven iraquí de 24 años resultó hoy gravemente herido tras quemarse a lo bonzo en la provincia septentrional de Nínive en protesta por lo que considera el incumplimiento del Gobierno iraquí de las demandas de los manifestantes suníes.

El joven Talal Ali Abas se echó queroseno en el cuerpo y se prendió fuego, aunque varias personas consiguieron apagar las llamas y le trasladaron a un hospital cercano, en la localidad de Mosul, capital de Nínive, explicó en una rueda de prensa un portavoz de los manifestantes en esta población, Ganem al Abed.

Según Al Abed, Abas, que está "estable", quería protestar contra la actuación del Ejecutivo del primer ministro, el chií Nuri al Maliki.

Las provincias de mayoría suní como Nínive, Al Anbar y Salahedín son escenario desde hace semanas de manifestaciones para pedir la liberación de los detenidos sin cargos y la derogación de la ley antiterrorista, que consideran dirigida contra los suníes.

Las protestas estallaron en la provincia de Al Anbar y se extendieron a otras regiones tras la detención el pasado 20 de diciembre de varios guardaespaldas del ministro de Finanzas, Rafea al Isaui, integrante del bloque Al Iraqiya, de tendencia laica e integrada por líderes suníes y chiíes.

Los suníes se sienten ahora discriminados después de que gozaran de privilegios durante el régimen de Sadam Husein, derrocado en abril de 2003, que oprimió duramente a los chiíes durante las tres décadas que estuvo en el poder.

Durante las protestas que estallaron en varios países en 2011 en la llamada primavera árabe, decenas de personas se quemaron a lo bonzo como forma de protestar emulando al tunecino Mohamed Bouazizi.

El 17 de diciembre de 2010, Bouazizi, un desempleado de 26 años con estudios superiores, se inmoló en la localidad tunecina de Sidi Bouzid para denunciar abusos administrativos y se convirtió en la chispa que incendió el levantamiento popular tunecino, que pronto se extendió por otros estados como Egipto, Libia, Siria o el Yemen.

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