Una abrumadora victoria electoral llevó a Suu Kyi al Parlamento

  • Aung San Suu Kyi, nobel de la paz y líder del movimiento democrático birmano, accedió al Parlamento tras una abrumadora victoria electoral y, por vez primera tras cerca de 15 años de cautividad, pudo salir de su país.

Miguel F. Rovira

Bangkok, 14 dic.- Aung San Suu Kyi, nobel de la paz y líder del movimiento democrático birmano, accedió al Parlamento tras una abrumadora victoria electoral y, por vez primera tras cerca de 15 años de cautividad, pudo salir de su país.

Después de varias semanas dando señales de indecisión, la Liga Nacional por la Democracia (LND) anunció finalmente en enero que su líder pugnaría en las elecciones legislativas parciales de abril por uno de los 45 escaños en liza.

Unas semanas mas tarde, Suu Kyi emprendió su campaña electoral arropada por los miles de seguidores que acudieron a Khawmu, un empobrecido distrito rural situado al sur de Rangún que sufrió los efectos del devastador ciclón Nargis en mayo de 2008.

En el que fue el primer discurso de Suu Kyi transmitido por la televisión estatal birmana, la activista criticó la Constitución elaborada de acuerdo a los intereses del régimen anterior y recordó que reservaba a las Fuerzas Armadas el control de 110 escaños del total de los 440 que componen el Parlamento.

El 1 de abril, y tras mes y medio de campaña, Suu Kyi y el resto de candidatos de la oposición perseguida durante décadas de dictadura se midieron en las urnas con el partido oficialista capitaneado por el presidente birmano, Thein Sein, y su formidable maquinaria electoral.

Cerca de seis millones de birmanos fueron llamados a votar para elegir entre más de un millar de candidatos de 17 partidos políticos a 45 legisladores que ocuparían los 36 escaños que estaban vacantes en el Parlamento, otros seis en el Senado y dos en las asambleas regionales.

La última jornada de campaña fue especialmente bulliciosa en la calurosa Kawmoo, donde por la única calle asfaltada desfilaban arriba y abajo motocicletas, carromatos, camionetas desvencijadas, tractores viejos y otros cacharros de labranza con ruedas cargados de ufanos seguidores del partido de Suu Kyi.

El contraste entre los partidarios de un partido y otro era muy apreciable, pues mientras que en las filas de la LND predominaban los jóvenes que ondeaban banderas rojas y mostraban fotos de Suu Kyi a la vez que bailaban y parecían divertirse, en las rivales cundían los hombres con apariencia militar con rostro de aspecto taciturno.

La victoria electoral de la formación de Suu Kyi fue abrumadora al ganar 43 de los 44 escaños por los que pugnó, con lo que repetía el triunfo conseguido en las elecciones legislativas celebradas en 1990 y cuyos resultados nunca fueron aceptados por los generales.

Naciones Unidas y los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, entre otros, calificaron los comicios parciales de libres y justos, y empezaron a aplaudir el proceso de reformas de corte democrático emprendido por el Gobierno de Thein Sein, formado casi íntegramente por exgenerales afines al disuelto régimen militar.

Unas dos semanas después del triunfo electoral del partido de Suu Kyi, el primer ministro británico, David Cameron, viajó a Birmana para confirmar al Gobierno birmano que la Unión Europea (UE) iba a suspender algunas de las sanciones impuestas al país en respuesta al abuso de los derechos humanos cometidos por el extinto régimen.

Tras los pasos de Cameron, visitaron Birmania la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y un largo numero de dignatarios y ministros de Asuntos Exteriores.

A finales del pasado mayo y por primera vez tras 24 años de lucha política, Suu Kyi traspasó la fronteras de Birmania para viajar a la vecina Tailandia, donde se reunió con la diáspora de birmanos huida de la pobreza y la represión en su país.

Luego, la líder opositora realizó una gira por Europa, con estancias en Suiza, Noruega, Irlanda y el Reino Unido y Francia, países en los que fue recibida por sus respectivos gobernantes.

Y por último, en septiembre, viajó a Estados Unidos, donde fue agasajada por el presidente, Barack Obama, y volvió a entrevistarse con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien en noviembre de 2011 se había convertido en la primera jefa de la diplomacia estadounidense en llevar a cabo una visita oficial a Birmania.

Levantadas ya las sanciones de Estados Unidos a Birmania, Obama se reencontró con Suu Kyi en noviembre en su casa de Rangún, en la que la activista permaneció bajo arresto domiciliario cerca de 15 de años por reclamar democracia para su país.

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