País Vasco y Navarra ponen sobre la mesa la revisión de la política penitenciaria

  • Los gobiernos vasco y navarro acogen con alegría, esperanza e ilusión la disolución de la banda terrorista en una comparecencia conjunta en Navarra.
Íñigo Urkullu y Uxue Barkos
Íñigo Urkullu y Uxue Barkos

El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, mostraron hoy su "compromiso" de construir sobre la "memoria crítica" una convivencia social tras la desaparición de ETA , que han acogido con alegría, esperanza e ilusión. "Aunque llegue muy tarde, tiene carácter histórico porque permite empezar a cerrar definitivamente una etapa negra de nuestra historia", afirmaron ambos presidentes. En este sentido, creen que es el momento de adaptar la política penitenciaria al nuevo contexto.

Así lo trasladaron ante los periodistas en un acto celebrado en el Señorío de Bértiz, donde hicieron público un documento de trabajo acordado de forma conjunta en el que consideran que "se dan las condiciones para acordar los pasos que consoliden una nueva etapa en nuestra sociedad".

En el documento conjunto, ambos gobiernos asumen propuestas y compromisos para "consolidar la convivencia". Así, por un lado, a corto plazo proponen una "reflexión crítica global sobre el pasado que, incluyendo explícitamente  la violencia de ETA, sea compartida por primera vez por todas las fuerzas políticas".

Conscientes de la importancia declaración de ETA, el Gobierno de Navarra y el Gobierno Vasco asumen así una serie de compromisos para "consolidar la convivencia", entre ellos a corto plazo una "reflexión crítica" sobre el pasado y un "consenso sobre la adaptación de la política penitenciaria" al nuevo contexto, que alcance a todas las fuerzas políticas.

A medio plazo, creen necesario la "consolidación de una memoria plural y compartida", las políticas públicas de "reconocimiento y reparación de todas las víctimas de terrorismo" y la promoción de una "educación para la convivencia" son otras propuestas.

En cuanto a los compromisos, ambos gobiernos acuerdan promover una declaración "crítica y global" sobre el pasado que, incluyendo la violencia de ETA, sea compartida por todas las fuerzas políticas, y además promover un grupo de trabajo sobre política penitenciaria entre el Gobierno de Navarra, el Gobierno Vasco y el Gobierno español.

Como punto de partida se emplaza a los presos de ETA a "desarrollar las vías legales penitenciarias sobre la base de los principios de reconocimiento del daño causado y reinserción". 

En este sentido, abogan por un proceso de acercamiento de los presos a cárceles "próximas a sus lugares de residencia", a aplicar "con criterio humanitario las posibilidades que ofrece el ordenamiento jurídico tanto para personas presas enfermas o con menores a su cargo, como septuagenarias", y a promover una "política de reinserción" con "itinerarios viables cuando el riesgo de reincidencia ha desaparecido fehacientemente y definitivamente", declararon Urkullu y Barkos.

Mostrar comentarios