Un total de 400 personas se manifestaron este jueves en el barrio de La Verneda de Barcelona para protestar en contra de la libertad del violador múltiple Gregorio Cano, que acaba de salir de prisión tras 20 años encerrado y regresa ahora a su domicilio en esta zona.
Convocados por el autodenominado "Comité de Defensa de la República de Verneda-La Pau", según su cuenta de Twitter, centenares de vecinos de este barrio barcelonés se dieron cita en el centro del barrio con pancartas en contra de la excarcelación de Cano y consignas a favor de la lucha feminista. El acto finalizó sin incidentes.
Algunos de los manifestantes, en su mayoría mujeres, lanzaban preguntas al aire: "¿quién nos va a defender ante esto?" y han reclamado "cambiar las leyes" porque aseguran que se sienten "inseguridad y miedo".
Gregorio Cano ha salido tras cumplir los 20 años de prisión que la ley prevé como máximo, de los 167 que se les impusieron por las 17 agresiones sexuales de las que se confesó autor, cometidas entre el 23 de febrero de 1997 y el 1 de mayo de 1998 en portales y edificios despoblados de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Montcada i Reixac (Barcelona).
El violador de la Verneda, a su salida de la prisión de Can Brians pasada la 1 de la madrugada dijo sentirse "muy arrepentido" por sus delitos y anunció que se considera rehabilitado. Cano "lamentó mucho" las violaciones que cometió y pidió perdón a las víctimas, a las que hizo, aseguró, "tanto daño". "Me he intentado quitar la vida varias veces, porque no se merece nadie lo que yo hice", dijo ante los medios.
Pese a sus declaraciones, Instituciones Penitenciarias cree que persiste el riesgo de que reincida por el consumo de drogas, por lo que la Fiscalía ha pedido a los Mossos d'Esquadra que haga una vigilancia no invasiva a Cano, y se ha informado a las víctimas de su inminente salida, además de ofrecerles protección si la consideran necesaria.
Según fuentes cercanas al caso, el ministerio público ha activado el protocolo previsto para el seguimiento de los antiguos presos considerados como peligrosos, tras recibir informes penitenciarios que alertan de que el violador múltiple no está rehabilitado y su riesgo de reincidencia es elevado. Hasta la reforma del año 2015, el Código Penal no preveía imponer medidas de vigilancia a asesinos y violadores que salieran de prisión una vez hubieran cumplido la condena impuesta, por lo que la Fiscalía aprobó un protocolo para garantizar un control no invasivo de los exreclusos considerados como peligrosos.
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